De la trinidad

No puede contarse como perdido el día en que uno se da cuenta de algunas de sus creencias más básicas. La mía es, además, bastante básica: La santísima trinidad la componen Joseph, Wolfgang y Ludwig y el único profeta es Johann Sebastian.

Todo lo cual se reduce a lo siguiente. Otros peregrinaran a la Meca, y otros -algo más cercanos y al mismo tiempo más herejes a mi credo- a Bayreuth. Yo tendré que peregrinar a Viena.

En todo caso, la comparación con asuntos religiosos no es tan sólo broma. Al fin y al cabo, no es por nada que solamente escuchando música entiendo los asuntos religiosos (y de hecho ya posteé que si alguna vez me convierto será por Haendel). Si el sentimiento religioso es la experiencia de algo que va más allá de uno, entonces yo sólo la he sentido escuchando música, y en particular esa música.

Lo cual no será tan terrible. Si no fuera por ellos, uno -un ateo común y silvestre- se hubiera perdido una parte no despreciable de la experiencia humana. Y eso sí hubiera sido lamentable.

¿Muestras? Usemos las más obvias, reproducciones de la mejor música posible -algunos movimientos de los cuartetos tardíos de Beethoven. Que ya sé he mencionado muchas veces. Por otro lado, espero que nunca llegué el día en que me canse de repetirlo.

Op 131 en Do sostenido menor, primer movimiento Adagio, ma non troppo e molto espressivo(por el Cuarteto Tákacs)

Op 132 en La menor, tercer movimiento. Heilige Dankgesang (por el Cuarteto Budapest). Lamentablemente, sólo una parte del movimiento (en otro video en Youtube está el resto).

Op 130 en Si bemol mayor, quinto movimiento. Cavatina, adagio molto espressivo (ni idea que cuarteto)

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