Las visiones sobre la Educación (o de cómo analizar encuestas intencionadas como la CEP)

Dado que el Centro de Estudios Públicos tuvo a bien liberar la base de datos (aquí el link) y bueno es reconocer dicha práctica, entonces también corresponde revisar los resultados. Ahora bien, que el cuestionario tenga direccionalidad no implica que no se pueda usar, sólo que es necesario tener esa dirección en cuenta (como argüimos en una entrada anterior).

Si nos centramos en las discutidas preguntas sobre educación, y en particular aquellos que dicen relación con la Reforma, se pueden hacer algunas cosas sencillas para comprender las distintas visiones sobre educación. Lo primero es seleccionar las preguntas a usar. Para este análisis usaremos las siguientes:

  1. ¿Cree Ud. que es bueno que los padres puedan complementar el subsidio educacional que otorga el Estado a través de un copago (pagando matricula y/o colegiatura) para mejorar la educación de sus hijos, o Ud. cree que esto debiera estar prohibido?
  2. ¿Qué le parece que los colegios particulares subvencionados, además de entregar educación, generen ganancias a sus dueños?
  3. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que los colegios religiosos tengan un proceso de admisión que verifique si las familias están comprometidas con el proyecto educativo y los valores del colegio?
  4. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con que los liceos de excelencia del país, como el Instituto Nacional, seleccionen a sus alumnos a través de pruebas de admisión?

Con estas preguntas, puedo contar el número de veces en que las personas responden la alternativa que es pro-reforma (no al copago, no al lucro, no a la selección), con ello creo un índice Pro-Reforma. Y puedo además repetir el ejercicio para el número de veces en que las personas responden la alternativa que es anti-reforma (sí al lucro, sí al lucro, sí a la selección) y con ello se crea un índice Anti-Reforma. Esto da dos indices con puntajes de 0 a 4. Como las personas pueden no responder preguntas estos índices no son simples inversiones (i.e es posible tener 0 en un índice y no tener 4 en el otro por ejemplo).

Al analizar los resultados, sabiendo que las preguntas tienen dirección, habrá que darle más peso a la dirección pro-Reforma: Es muy duro a favor de la reforma, por ejemplo, responder siempre a favor de ella. Y es menos duro en contra de la reforma responder siempre en contra de ello. Tomando en cuenta ello agruparemos en el índice pro-reforma a quienes respondieron a favor de ella en 3 o 4 ocasiones (como núcleo duro a favor), a quienes respondieron a favor de ella en 1 o 2 ocasiones (como grupo mixto, que le gustan algunas pero no todas las propuestas), y a quienes respondieron a favor de ella en 0 ocasiones (como  grupo que no esta a favor de la reforma). Al mismo tiempo en el indice anti-reforma agruparemos a quienes respondieron en contra de ella en 0 o 1 ocasiones (como grupo que no la rechaza), a quienes respondieron en contra 2 o 3 ocasiones (como grupo mixto, que rechaza algunas pero no todas las propuestas) y a quienes respondieron en contra 4 ocasiones (como núcleo duro en contra). Al agrupar sistemáticamente en el extremo a favor 2 posiciones pero no hacerlo en el extremo en contra se puede controlar algo el efecto del sesgo de las preguntas.

Los resultados de lo anterior en la siguiente tabla (en las filas cada una de los índices, en las columnas los grupos en cada escala dividido en un lado a favor, un sector mixto y un lado contra la reforma).

Visiones sobre Educación

Índice A favor Reforma Mixto Contra Reforma
Pro-reforma 29,0 48,7 22,3
Anti-reforma 38,7 47,4 14,0

Entonces un 29% de la población se puede caracterizar como núcleo duro a favor de la reforma (responde en 3 o 4 ocasiones a favor de ella), lo que sube a un 39% si se piensa como grupo abierto a la reforma (responde en 0 o 1 ocasiones en contra de ella). El grupo mixto es de un 49% en el índice pro-reforma y de un 47% en el índice anti-reforma. Finalmente, un 14% se puede definir como núcleo duro anti-reforma (responde en 4 ocasiones en contra de ella) y un 22% puede definirse como grupo más bien cerrado a la reforma (responde en 0 ocasiones a favor de ella).

La tabla no sólo nos muestra que hay diversas visiones sobre la reforma (que es un elemento dado) sino que si bien la reforma claramente no tiene mayoría, el núcleo a favor de ella es más importante numéricamente que el núcleo en contra de ella:  La aceptación sistemática (29%) es mayor que el rechazo sistemático (14%) a la reforma. Además podemos también plantear que la apertura (39%) es mayor que el cierre total (22%)

Ahora bien esto es algo de lo cual el análisis univariado de la CEP ya algo daba indicios: la pregunta sobre si prefería sólo educación estatal o muchos colegios para elegir mostraba un 41% a favor de sólo educación estatal que es una afirmación muy dura a favor de cambios, lo cual daba muestra de la fuerza de quienes quieren reformas muy radicales.

Por cierto que, aunque no son idénticas, ambas clasificaciones no les queda más que estar muy asociadas (el V de Cramer es de ,779), y esto nos permite hacer una clasificación combinada:

  1. El núcleo duro pro-reforma (29%): Quienes declaran sistemáticamente estar a favor de ella (y luego sistemáticamente no declaran en contra)
  2. El grupo mixto (42%): Quienes en ambas escalas están con puntajes intermedios.
  3. El núcleo duro anti-reforma (14%): Quienes declaran sistemáticamente estar en contra de ella (y luego sistemáticamente no declaran a favor)
  4. El grupo más bien abierto a la reforma (6%): Que declara intermedio a favor de la reforma pero no declara en contra de ella.
  5. El grupo más bien cerrado a la reforma (5%): Que declara intermedio en contra de la reforma pero no declara a favor de ella
  6. El grupo indeciso (3%): Que no declara a favor reforma ni en contra de ella.

Si quisiera reducirlo todo a 3 grupos (pro, intermedio o anti) entonces quedaríamos en 35% con disposición más bien positiva a la reforma (suma de 1 y 4), 46% intermedio (suma de 2 y 6), y 19% con disposición más bien negativa (suma de 3 y 5). Pero eso sería más bien sobre-simplificar las cosas.

Por supuesto la mitad del interés de hacer estas clasificaciones está en hacer cruces con ellas (para el análisis descriptivo creo que con la comparación de índices ya tiene interés). Dejemos ello para la siguiente entrada.

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