En vez de los deciles. La pirámide de la desigualdad

Dado que la desigualdad se ha convertido en tema importante en el debate en nuestro país, se multiplican los números al respecto. Para sintetizarla usualmente tenemos el Gini, y para observar la distribución del ingreso, usualmente hablamos en deciles (el nivel de ingreso por decil o qué porcentaje del ingreso tiene qué decil). Lo cual tiene diversas ventajas, pero de hecho no corresponde a lo que es una vieja y fácil de entender forma de observar la distribución -que es una pirámide. No por nada cuando se pregunta por percepciones de desigualdades de ingreso y cuál es la preferida, la CEP -usando algo que se usa en otros estudios- pregunta por pirámide (como lo vimos en una entrada anterior), y también lo usa la OECD en un ejercicio online (Compare your income).

Entonces, y además dado que es fácil de hacer, usando los datos de la CASEN 2013 se procedió a hacer una pirámide de ingresos. En el gráfico se muestra el número de personas que hay en cada grupo de ingresos per cápita, usando ingresos autónomos (están en grupos de 50.000 pesos, partiendo de 0 a 49.999, siendo la categoría mayor 1,4 millón o más).

piramide_2

Si las imágenes dicen mil palabras, entonces no será necesario mayor comentario. Eso sí, la pirámide que aparece corresponde a lo que de acuerdo al CEP 2013 el 38% de la población pensaba. Siendo la opinión más común, habrá que decir que tan descaminados no están los chilenos -o al menos, buena parte de ella. Y, por cierto, es una distribución que sólo el 5% declara que debiera ser (mientras el 45% prefiere una distribución normal, simétrica en relación con el promedio).

Se puede hacer notar que un 54% se maneja con menos de 150.000 de ingreso per capita, y un 81% con menos de 300.000 (estamos usando ingresos autónomos). Por otro lado, un 9% de la población tiene ingresos superiores a 500.000 per cápita. Dado que buena parte de la población se considera de clase media, las cifras son claras en indicar cual es el nivel de ingreso que -para la población- consiste ser ‘clase media’.

Alguien puede reclamar que estamos usando ingresos autónomos, no incluyendo los datos de ingreso total (i.e las transferencias y subsidios del Estado). La pirámide es menos fuerte en los niveles bajos, pero tampoco cambia demasiado: 40% sigue viviendo con menos de 150.000, 76% con menos de 300.000 y 11% con más de 500.000.

La pirámide no muestra nada que no se sepa, en cierto sentido: Que la desigualdad es alta lo dice cualquier forma de mirar los datos. Lo que hace la pirámide es mostrarla de una forma distinta, y quizás, algo más evidente en su magnitud.

 

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