Cuatro Modalidades de Coordinación

Definiciones.
Dominación: Cuando ego amenaza con quitar el control de alter sobre elementos para que alter realice la acción pedida por ego
Negociación: Cuando ego ofrece control a alter sobre elementos para que alter realice la acción pedida por ego
Conversión: Cuando ego afecta las representaciones de alter, entregando razones para que alter realice la acción pedida por ego
Deconversión: Cuando ego afecta las representaciones de alter, eliminando objeciones para que alter realice la acción pedida por ego

La teoría que se desarrolla en este texto se basa en la idea que no existe una sola modalidad de coordinación, sino que los actores tienen acceso a una diversidad de modalidades, las que serán usadas de acuerdo a los contextos y circunstancias. La relevancia de lo anterior proviene que muchas teorías tienden a usar sólo una modalidad, o reconociendo la existencia de más de una modalidad insistir que una es basal en la vida social. Por otro lado, el creciente reconocimiento que existen diversas modalidades de interacción social ha quedado, en general, reducido a ese reconocimiento  sin que se desarrollen mayormente teorías que indiquen la relación entre esas modalidades (cuando son elegidas, cómo se relacionan unas con otras etc.). La intención de la teoría que desarrollamos es precisamente producir una teoría sobre la combinación de estas modalidades.

Las modalidades son definidas a partir de una distinción de control / representaciones. Esta distinción expande y adapta la distinción recursos / intereses de Coleman(1990). Pasamos de recursos a control para establecer de manera más clara la universalidad de los ‘recursos’ (que puede ser cualquier elemento) y para enfatizar que lo central es el control que ejerce un actor sobre esos elementos (White, 2008). Por otro lado, usamos representaciones en vez de intereses: Lo que afecta al actor son todos los cambios en percepciones y creencias sobre un elemento, y los intereses propiamente tal son una forma de percepción y creencia. Pero lo básico es la representación (es un elemento de tal tipo, tiene tales características, si quiero lograr tal cosa resulta ventajoso etc.).

La segunda distinción ocurre entre entregar / quitar: Por ejemplo. no es lo mismo ofrecer control sobre recursos que amenazar quitar control sobre recursos. Esto permite una mejor distinción ante entre las relaciones de dominación (poder) y negociación (intercambio). Por una parte, muchas veces se realiza la distinción en torno a la noción de acción obligada: Hay una relación de poder cuando alter no tiene alternativas de acción. Esto tiene la consecuencia que cuando se reconoce que alter siempre tiene alternativas, entonces el poder se reduce al intercambio; o dado que se reconoce que hay relaciones de poder, negar la capacidad de alternativas de alter. Alter siempre tiene alternativas de acción, pero claramente no es lo mismo el ofrecimiento de un nuevo recurso en una negociación (i.e entrégame este objeto a cambio de dinero por ejemplo) o la amenaza de la dominación (i.e entrégame este objeto o si no quemo tu casa).  En una segunda acepción, poder e intercambio se refieren a la existencia de igualdad en el número de recursos, entonces se niega que pueda existir intercambio entre actores con un distinto nivel de recursos, o se tiende a negar la relevancia de esa diferencia. Pero la diferencia de recursos tiene más que ver con la posibilidad de éxito en la coordinación más que con el tipo de coordinación: Alguien pude intentar dominar a otro, aun cuando no tiene los recursos necesarios, y muchos conflictos reales pueden entenderse como resultado de una pretensión de dominación cuando no existe el diferencial de poder necesario.

La diferencia entregar / quitar resulta muy clara en lo que se refiere al control sobre elementos, pero en lo que se refiere a las representaciones sobre estos elementos ¿Tiene sentido esta diferencia para aspectos cognitivos y normativos? Inicialmente, de hecho, no aplicábamos la distinción a las representaciones (y usábamos conversión para referirnos a cualquier cambio en las representaciones).

Sin embargo, parece que se podría aplicar la distinción a las representaciones. Esto porque las personas pueden tener razones positivas o negativas en relación a posibles acciones: Hay que hacer X pero X es bueno; No hay que hacer Y porque Y es malo. Para lograr que alguien realice una acción puedo trabajar sobre ambos elementos: Puedo dar razones para hacer X (es bueno, es conveniente etc.) o simplemente puedo eliminar objeciones para hacer X (no es una mala acción, no tiene malas consecuencias). Y no son los mismos argumentos o razones los que se aducen en una situación o en la otra; y puedo obtener un resultado convenciendo de una serie de razones pero no de otras. Puedo eliminar las objeciones para hacer X sin necesidad de dar razones positivas para hacerlo: puedo convencerte que X no es malo sin convencerte que X es bueno. El uso de estas diferentes modalidades bien puede tener consecuencias distintas, y es por ello que mantenemos la diferencia como modalidad de coordinación.

Es importante diferenciar entre estas definiciones de coordinación y el problema de cooperación. La coordinación aquí referida se reduce sencillamente a cómo un ego obtiene que alter realice una acción deseada. La cooperación usualmente se entiende como ego y alter pueden obtener un mejor resultado: el uso del dilema del prisionero para entender los problemas de cooperación es una muestra de lo anterior. La solución del problema es lograr que ambos realicen una acción que produciría el mejor resultado colectivo (la de ambos elijan cooperar). Entendido de esa forma la cooperación es un tema más específico que el de coordinación.

Un divertimento: Un análisis cientometrico de sociólogos chilenos

Por esas cosas de la vida, baje un software que realiza diversos análisis de indices cientométricos usando la base del Google Scholar. Como todas las cosas, tiene problemas -la base del Google Scholar no es perfecta (y de hecho funciona mejor para papers que para libros, y funciona mejor si eres citado fuera de Chile en publicaciones y conferencias de ‘corriente principal’). Pero también tiene virtudes.

De todos los diversos indices, usamos el h-index que es relativamente fácil de entender. No voy a usar la definición formal, pero un h-index de 4 indica que tienes 4 escritos que han sido citados 4 veces o más. Además presentaremos el g-index que sigue la misma lógica pero pesa más los textos más citados (es el número tal que los g-top textos tienen en conjunto g2 citas).

Bueno, veamos que resultados nos arrojan para sociólogos chilenos:

  • José Joaquín Brunner = 15 (g-index 27)
  • Norbert Lechner = 13 (g-index 27)
  • M. A. Garretón = 13 (g-index 20)
  • Daniel Chernilo = 8 (g-index 13)
  • Eugenio Tironi = 7 (g-index 11)
  • Florencia Torche = 7 (g-index 11)

(También calculé para Moulián, Morandé y otros pero tenían h-index de 5 o menos)

Debido a las características de la base, esto nos mide más bien el impacto ‘global’ de los autores. Alguien que es muy discutido en Chile pero menos fuera de Chile va a aparecer con un impacto más bajo. Pero, como todos los números, ha de verse como un indicador más que otra cosa, y no como verdad absoluta.

Valores comparativos

  • Pierre Bourdieu = 89 (g-index 295)
  • N Luhmann = 38 (g-index 98)
  • Mark Granovetter = 29 (g-index 199)

Una locura total

Algunas veces uno tiene que hacer cosas horribles, y me encuentro entre medio de un espantoso curso de ISO 9000 sobre PMG (¿no entendió nada? No se preocupe, dele gracias a su suerte de no saberlo, bástenos decir que es horrible).

Lo suficientemente horrible que para mantener mi sanidad mental decidí empezar a desarrollar (lo que es de hecho una vieja idea, pero sólo ahora necesite dedicarse a eso para no hundirme) una teoría axiomática para la sociología. Imagínense lo terrible que es esto si lo anterior fue necesario para mantener la sanidad mental.

Bueno, por ahora, y para mostrar el sabor, los postulados y proposiciones de la teoría (todos tienen su ‘demostración’ en versión informal, el trabajo interesante es desarrollar una demostración formal elegante). Y sin explicación ni comentario.

Postulados

  • Postulado I. Las capacidades de los actores quedan completamente definidas por ser capaces de aprender, comunicar y tener preferencias
  • Postulado II. Todas las capacidades de los actores son limitadas en su poder pero no tienen limitaciones en su aplicación
  • Postulado III. Las relaciones de un actor con otras entidades quedan completamente definidas por su control y por su interés

Características Fundamentales de la Interacción

  • Proposición 0: El ámbito de la interacción posible crece hasta cubrir todos los agentes (i.e no hay barreras sociales permanentes a la interacción
  • Proposición I. Toda interacción genera posibilidades para nuevas interacciones (i.e el interés de un actor por coordinar es permanente)
  • Lema I. Toda interacción tiene  efectos y el conjunto total de efectos es necesariamente desconocido para los actores
  • Proposición II (1ª Ley Fundamental de la Interacción): La probabilidad de éxito de la coordinación para ego es proporcional a la energía desplegada por ego y es proporcional a la importancia de la relación para alter
  • Proposición III (2ª Ley Fundamental de la Interacción): En toda interacción, el acuerdo será diferenciado y preferido por sobre el desacuerdo
  • Proposición IV (3ª Ley Fundamental de la Interacción): Los resultados de una interacción no son completamente controlables por la propia interacción
  • Proposición V: El orden energético (de mayor a menor) de las modalidades de coordinación es dominación, negociación, conversión y deconversión
  • Lema I: Movilizar recursos requiere más energía que movilizar creencias
  • Lema II: La coordinación positiva requiere más energía que coordinación negativa
  • Proposición VI: Toda modalidad de coordinación sufre un proceso de decaimiento hacia formas que exigen menos energía
  • Proposición VII: Disminuir las alternativas posibles aumenta la posibilidad de coordinación (Puntos de Schelling)
  • Proposición VIII: Movilizar creencias es más expansivo que movilizar recursos

Sección II.  De las Redes en General

  • Proposición IX. Actores sociales autónomos producen redes que no son controlables por un actor social específico
  • Proposición X: Una ego red es más eficaz para producir coordinación si ego se reserva modalidades de interacción de intereses dejando a los alter primarios el uso de modalidades de mayor energía.
  • Proposición XI: Las posiciones centrales en una red son más estables que las posiciones de puente
  • Proposición XII: El signo de la historia de interacciones pasadas es directamente proporcional a la continuidad futura de la interacción; pero la continuidad futura de la interacción no tiene efectos en el signo de la las interacciones futuras
  • Proposición XIII: Una red de relaciones complejas produce grupos cohesivos
  • Lema I. La dificultad de reemplazar alter depende de la complejidad de la interacción
  • Lema II. Un actor sólo puede mantener un número limitado de relaciones complejas
  • Proposición XIV: No hay tendencia a la clusterización en relaciones simples
  • Lema I. No hay límites al número de relaciones simples que un actor puede mantener
  • Lema II. En una red de relaciones simples todos los alter son relativamente similares entre sí
  • Proposición XV. Un conjunto de actores generará una red con una topografía de mundo pequeño
  • Proposición XVI. Una red siempre es dinámica

Sección III. De las redes organizacionales

  • Proposición XVII: Las organizaciones son actores
  • Proposición XVIII: Las organizaciones sólo pueden aparecer en medios sociales de alta energía

Sección IV. Características Básicas de Prácticas Sociales

  • Proposición XIX. Los roles que conforman una práctica son conocidos por sus practicantes
  • Proposición XX. Toda práctica social tiene requisitos para su reproducción
  • Proposición XXI. No existen prácticas puras  de dominación
  • Proposición XXII. Prácticas puras de conversión y deconversión son vulnerables
  • Proposición XXIII.  Prácticas puras de negociación están asociadas a redes simples

Sección V. Construcción de Prácticas Sociales

  • Proposición XXIV. (1ª Ley Fundamental del Orden Social): Los actores generan automáticamente prácticas sociales
  • Proposición XXV (2ª Ley Fundamental del Orden Social): Es imposible que una práctica social asegura sus condiciones de reproducción
  • Proposición XXVI. La existencia de diferenciales de poder aumenta la velocidad de los procesos de construcción de prácticas
  • Proposición XXVII: Una práctica social creada en una red cerrada puede extenderse en una red abierta
  • Proposición XXVIII: Una red abierta desestabiliza los procesos de construcción de prácticas sociales
  • Proposición XXIX: El desarrollo de información para-interaccional facilita la construcción y deconstrucción de prácticas sociales

Sección VI. Relaciones entre Prácticas Sociales

  • Proposición XXX. Dos o más prácticas pueden estar en conflicto en tanto sigan teniendo acceso a los recursos que le permiten el conflicto, y el conflicto no afecte la reproducción de las prácticas en conflicto
  • Proposición XXXI. Una práctica contradictoria puede mantenerse si otras prácticas independientes generan los recursos que requiere esa práctica

La Miseria de la Sociología.

Este texto también proviene de la intención de re-redactar y de reorganizar textos antiguos. En este caso, una serie de comentarios sobre análisis realizados durante los ’90 sobre la sociedad chilena. Al revisarlos, me dí cuenta que un tema interesante en el desarrollo de la sociología en Chile había sido que si bien durante los ’90 habíamos desarrollado un diagnóstico sobre la sociedad, en los años ’00 no realizamos ninguno -y simplemente seguimos usando el diagnóstico anterior. Así que pensé que esos comentarios eran recuperables, y que haciendo una distinción entre los fundadores y los epígonos bien podía hacer una crítica del quehacer sociológico durante los últimos decenios.

Una crítica porque la opinión seguía siendo la misma: La sociología chilena ha fallado en los últimos 20 años en realizar su tarea más básica, que es el de diagnosticar lo que sucede en Chile, y terminamos usando un diagnóstico limitado que no era mucho lo que nos permitía decir.

Hay dos características esenciales de la sociología en los últimos 20 años: Que se usa un diagnóstico común de que fue lo que sucedió en la sociedad -que nos transformamos en una sociedad de mercado. Esto se dice con retóricas, valoraciones y lenguajes muy distintos pero en lo fundamental eso es lo que se plantea. Y que se un método común para mostrar ese cambio -el ensayo impresionista, y en particular de ensayos que no argumentan demasiado. Ambas características están relacionadas entre sí. El uso del ensayo facilita el no profundizar los temas, y quedarse en lo que -finalmente- aparece como lo más obvio: la importancia del mercado y del consumo. Al quedarnos solamente en lo más obvio, además una vez dicho la obviedad no había más que decir. Y entonces sobre la sociedad después de los ’90 la sociología no ha tenido nada nuevo que plantear. Ni siquiera para discutir, en serio, si efectivamente no se habían dado cambios fundamentales.

¿Porque es relevante que la sociología en Chile en general no argumente y defienda sus posiciones? Al fin y al cabo, esto puede parecer un asunto meramente formal sin mayor relevancia frente a lo central: que es el contenido. ¿Qué importa que no argumentan si lo que plantean es tan interesante y correcto?
Porque sin argumentación con lo que único que nos quedamos es con los nombres. La única razón para tomar en cuenta lo que plantean es, simplemente, que ellos lo dicen. Sin argumentos estamos reducidos al mundo de lo que parece, de lo que a uno le suena. En un mundo sin argumentos, las afirmaciones nos parecen correctas o interesantes sólo por el prestigio del autor. No negaremos que es un mundo intelectual cómodo. sin argumentación, simplemente nos quedamos con el equivalente de una conversación de café de presunta profundidad. Y los textos, finalmente, tienen los mismos vacíos de esas conversaciones: brillantez fácil y frases sugerentes e inteligentes. Pero, nada de importancia detrás de la fachada. Como toda conversación de café, sirven para pasar una tarde y para pretender que uno no es un bruto, pero como aporte al conocimiento de la sociedad no es mucho lo que sirven. Lo extraño del asunto es la pretensión que ese tipo de disquisiciones merecían imprimirse

Para escribir los textos que hemos comentado se requiere algo de inteligencia y pensar unas cuantas tardes. No es una tarea realmente muy difícil. Sin embargo, la tarea de argumentar si es difícil. Es algo que requiere trabajo y dedicación. Al fin y al cabo, argumentar no es repetir varias veces la misma afirmación. Argumentar no es ilustrar la posición con un ejemplo Argumentar no es plantear que la propia posición es evidente. Argumentar es hilvanar: conectar frases. Para ser personas que, presuntamente, trabajan con ideas no deja de ser algo extraño que se salten la parte que efectivamente representa trabajar con ideas.

El problema central es que una consecuencia de esta ausencia de argumentación, de esfuerzo real de investigación, es que quedamos reducidos a las obviedades y al sentido común, las posiciones defendidas no son muy interesantes. La visión de la sociedad chilena que está detrás de las disquisiciones teológicas de Cousiño y Valenzuela -como por ejemplo, su discusión acerca del exódo-, de la retórica de Moulian y del equivalente a comentarios de sobremesa de Tironi es bastante sencilla: Chile se ha transformado en una sociedad dominada por el mercado. Prácticamente todos nuestros autores comparten la idea que Chile se ha transformado de una sociedad dominada por la política a una centrada en el mercado. Gran parte de nuestras actividades y relaciones está mediada por el mercado, y el consumo -especialmente, su aumento del consumo- se ha transformado en una de las actividades centrales de nuestra sociedad.

Pero al no indagar realmente, entonces no sólo decimos lo que parece ser obvio, sino que además sólo decimos lo que parece evidente de eso: Ni siquiera se investigó, mucho, en que consistía exactamente ‘una sociedad de mercado’. Plantear que hay más bienes en una sociedad -mas automóviles, mas lavadoras- no nos dice mucho sobre la experiencia y las prácticas de vivir en una sociedad de mercado, que implica realmente para las personas. Plantear que las personas se endeudan no nos permite entender mucho más si no conocemos cómo se inserta el endeudamiento en las vidas de las personas, como afecta las prácticas presupuestarias. Esto puede parecer cosas nimias, pero el tema es que cuando se mira en detalle es que aparecen elementos importantes que uno no podría haber pensado cuando se queda en la mirada general y obvia. Incluso si aceptamos el diagnóstico general, y aceptamos que lo que pasó fue la instauración de la sociedad de mercado, no sabemos en que consiste ese diagnóstico a menos que vayamos más allá de lo que se puede observar en general.

En última instancia, las debilidades del discurso sociológico se fundamentan en el rol que cumple. Al fin y al cabo, la sociología, en la práctica, no es más que la transposición, algo más compleja y afectada en el decir pero igual de sencilla en las ideas, del discurso político. El consenso político se transforma en consenso en el diagnóstico; y los puntos sobre los cuales se discute en política se transforman en los puntos sobre los cuales se discute en sociología (Estado y mercado a final de cuentas).

En en el apuro por tener alguna interpretación general sobre el Chile de los ’90, la sociología olvidó hacer su trabajo. Una etapa que, por admisión del consenso estándar, representa grandes cambios en la sociedad, debiera ser un período especialmente interesante para un sociólogo. Pero en vez de realizar un trabajo serio y exhaustivo, nos quedamos en lo que es más fácil: en el ensayo y en la metáfora. Y así dejamos abandonado el trabajo porque nada más teníamos que decir

No todo el mundo tiene la oportunidad de analizar una transformación mientras esta se desarrolla. En ese sentido, los sociólogos chilenos de los últimos decenios fallaron en la tarea básica que tenían que realizar, la de entender y estudiar una sociedad en un proceso de cambio.

La Eroica

No todo puede ser sociología, por cierto. Leyendo algunas cosas sobre la Eroica, se me ocurrió escuchar -loas a Youtube-a Furtwängler conduciendo dicha sinfonía. Y en realidad muchas cosas se podrían decir para criticar las interpretaciones de Furtwängler de Beethoven -sobre el tempo, sobre cuan fiel es a la partitura-, pero el caso es que siguen siendo versiones magnificas y, será puro juicio subjetivo, en realidad expresa lo que la Eroica quiere expresar.

Las reglas del análisis sociológico

En realidad, esto no es más que un refrito. Originalmente había organizado, editado y aumentado diversos posts sobre metodología que habíamos hecho en este blog en una serie de posts sobre las reglas analíticas del método en ciencias sociales. Y una vez posteadas esas, seguimos organizado, editando y aumentando el texto.

Con lo que finalmente produjimos un pequeño articulo que esta en Scribd y que ahora se llama Las reglas del análisis sociológico (en donde, por un motivo que todavía no logro desentrañar, el texto aparece centrado en vez de justificado, pero en fin, no me voy a poner a reclamar por un servicio que me permite subir artículos gratis para difundirlos como se me de la gana). Ahora, lo de finalmente de todas formas es una trampa. Evidentemente seguiré editando el texto. Siempre es un placer escribir las ideas que uno tenga, por más menores que sean.

¿Tiene mucho sentido? Ni la menor idea. Nunca he sabido si escribir textos sirve de mucho para el lector, pero para quien lo escribe siempre tienen utilidad. Es lo mismo que las clases: el que más aprende siempre es el profesor.

Lo cualitativo es generalizable.

Entre las innumerables premisas del discurso sociológico vulgar (lo cual de inmediato me ha hecho pensar que debiera escribir un texto sobre eso) está la idea que las técnicas cualitativas no permiten generalizar. Que dicho por quienes se dedican a lo cuantitativo suena a ataque (‘vieron, lo cualitativo es limitado porque no permite generalizar’), y que dicho por quienes se dedican a lo cualitativo suena a excusa (‘pero bueno, no se trataba de eso; jamás lo ofrecimos’). Ahora, esa idea es profundamente errada.

Porque si se puede generalizar con lo cualitativo. Para entender la anterior afirmación primero hay que determinar que implica ‘generalizar’. Dado que obviamente en una investigación cualitativa o cuantitativa normal no estamos hablando ante pretensiones de leyes universales, estamos diciendo simplemente si nuestros resultados son aplicables a una población concreta.

Ahora, en la investigación cuantitativa muchas veces, y de manera muy automática, generalizamos a una población aún cuando no estén dadas las condiciones técnicas para ello: Todos sabemos que, en principio, no hay que generalizar una muestra por cuotas, pero regularmente lo hacemos. Por lo tanto, en principio si se aceptan los mismos pecados para lo cualitativo que para lo cuantitativo, entonces bien se pudiera generalizar desde lo cualitativo.

Pero lo anterior es débil, y bien pudiera plantearse que eso sólo debiera reafirmarnos en la convicción que la única manera de generalizar es mediante su buena muestra aleatoria. Lo que, por supuesto, no tiene sentido. Si vamos a usar una técnica cualitativa es porque nos interesan los significados. Y una razón muy sustancial por la cual los significado son relevantes es porque ellos están insertos en las prácticas de las personas -y que en un sentido muy básico, las conforman: las prácticas son inseparables de las distinciones que las estructuran. Y esto implica que esos significados son conocidos por los participantes, de otra forma la práctica no funcionaría.

Lo anterior tiene una consecuencia muy clara: Que los participantes de una práctica conocen los significados y distinciones que componen una práctica. Lo que implica que la indagación de los significados y distinciones de esos participantes es generalizable a la práctica. Puede que un participante no sea un informante válido, pero con sólo algunos debiéramos ser capaces de eliminar los sesgos provenientes de temas personales y adquirir los significados y distinciones de esa práctica. Pero lo cualitativo es generalizable: El resultado es válido para todos aquellos que participan de esa práctica

Y ahora vienen los caveat correspondientes: El argumento precedente se aplica a los significados y distinciones que componen una práctica: digamos, que todo aquél que juega al fútbol puede hacer la distinción arquero / otros jugadores y cuáles son las acciones que el arquero puede realizar. No se aplica a otros elementos necesariamente, como las valoraciones, a menos que estas sean parte de la práctica como tal. Y requiere personas que sean parte de la práctica, no digamos ‘aprendices’ de una práctica (quién está recién empezando a jugar ajedrez). Hay que tener cuidado también con los límites de la práctica -las reglas del fútbol no se aplican al futbolito. Pero bueno, todo siempre tiene sus precauciones, y las afirmaciones no pueden ser usadas más allá de donde pueden ser usadas.

Nada de eso quita que para el tipo de información que supuestamente buscamos cuando decidimos usar técnicas cualitativas, efectivamente se puede generalizar lo cualitativo.

El ingreso de los independientes: La esperanza de los altos ingresos.

En un post anterior sobre el ingreso de los independientes comparado con los dependientes, mencionamos que la comparación de los promedios escondía el tema de las variaciones. En particular, que los independientes tenían una mayor probabilidad de obtener altos ingresos que los dependientes (a igual nivel educacional): una persona de bajo nivel educacional tenía un límite de sus ingresos como dependiente que podía superar como independiente.

Ahora, ¿por qué centrarse en los niveles más altos? (y para un análisis general de la desigualdad de los ingresos de los independientes, uno puede leer el texto en este link) Por un tema puramente subjetivo: Las personas tienden a pensar que tienen mayores capacidades que el promedio, por lo que sus esperanzas no están puestas tanto en obtener el promedio sino en obtener lo que obtienen los que les ‘va bien’ (dado que suponen que ellos se contaran en ese grupo). Y tengo la impresión que los independientes pueden ser un grupo particularmente afecto a lo anterior -necesitas un dosis no menor de confianza en ti mismo para dedicarte a un trabajo que no tiene ingreso asegurado. En este sentido, la expectativa de que existe una posibilidad mayor de obtener altos ingresos como independiente no deja de ser relevante.

En cualquier caso, ¿que nos dicen los datos?

Fuente: CASEN 2009

Los datos nos muestran que la diferencia a favor de los trabajadores independientes, a igual nivel educacional, es incluso superior en los percentiles superiores en comparación con lo que ocurría en el promedio. Hicimos la comparación con el percentil 75 (o sea, la esperanza de estar en el cuarto superior de ingresos, el ‘optimismo moderado’), y con el percentil 95 (que representa a las esperanzas de lograr triunfar).

En relación al percentil 75 encontramos que la diferencia entre independientes y asalariados se ubica entre el 70% y el 80% en general. La sola excepción ocurre en los extremos de educación, donde la diferencia es de un 30% y bastante inferior a la diferencia en la media. Esto tiene que ver con la dispersión de los ingresos en esos grupos: La diferencia en las medianas, si bien sigue siendo favorable a los independientes, es aún menor (y de hecho, uno puede observar que la media de ingreso de los independientes con educación superior completa es superior al percentil 75 lo que da cuenta de una distribución altamente desigual para ese grupo). Pero si uno piensan en el percentil 95, o sea el optimismo en mayor grado, encontramos que las diferencias son incluso más altas, y que en general son de alrededor del doble de los ingresos de los dependientes. De hecho, el percentil 95 de los independientes sin educación formal es similar (de hecho algo superior) al percentil 95 de los dependientes con educación media completa.

En otras palabras, la idea que la diferencia de las medias todavía no da cuenta de la diferencia en los niveles máximos de ingreso que se pueden alcanzar se ve reafirmada con estos datos. Y esta es una diferencia que puede ser aun más relevante para los independientes.

El Ingreso de los Trabajadores Independientes

En muchas ocasiones uno tiende a tratar a los trabajadores independientes como un grupo más bien precario, de condiciones laborales inferiores al resto de la población. Sin embargo, si bien -claro está- existen muchos trabajadores independientes que viven situaciones de precariedad, esto no se puede decir afecte de manera general al segmento. Y ni siquiera es tan claro que afecte a los independientes mucho más que a los asalariados.

De hecho, los datos -al menos los de la CASEN 2009- nos indican que el trabajo independiente es una forma de obtener mayores ingresos a cambio de inseguridad

Como podemos observar el ingreso delos trabajadores por cuenta propia es algo inferior  al de los empleados públicos, pero claramente superior al de los empleados privados -y al servicio doméstico. La diferencia ente los ingresos de los asalariados (en su conjunto) y el de los independientes supera los 130.000 pesos.

Esta diferencia se vuelve aun más interesante cuando nos damos cuenta que los independientes tienden a tener un menor nivel educacional que los trabajadores asalariados: Un 31% de quienes tienen básica incompleta trabajan como cuenta propia, pero sólo un 12% de quienes tienen educación universitaria completa (de acuerdo a la misma CASEN 2009) . Y bien sabemos la relación existente entre nivel educacional e ingresos en el país.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el ingreso de independientes y asalariados cuando mantenemos el nivel educacional constante?

INGRESOS POR OCUPACIÓN PRINCIPAL (CASEN 2009)

Las diferencias son bastante importantes: En general a, nivel educacional igual, el trabajador independiente -sin contar empleadores- obtiene ingresos que son al menos un 50% superiores a los que obtienen los asalariados.  Una diferencia que, además, es particularmente importante en los niveles más altos de educación. De hecho, un trabajador independiente con educación básica incompleta obtiene un ingreso equivalente al asalariado con educación media completa.

Pero, incluso, el argumento anterior pierde algo de vista: El hecho que plausiblemente, la única manera de obtener altos ingresos para personas con baja educación sea a través del trabajo independiente (o sea, es relevante observar no sólo la media sino además medidas de dispersión). Pero eso sería tema de otro post.

A propósito de la utilidad de la Sociología

Hace unos días atrás, leyendo el blog La Pala me encontré con un escrito sobre la utilidad de la sociología (el link en el título del post en todo caso). En el texto se dicen muchas cosas que a mí me parecen esencialmente correctas sobre lo que se hace en sociología. Como por ejemplo: ‘Dicho de otro modo, a muchos sociólogos les interesa más el fundar programas de acción política reformista (v.g., Alain Touraine, Norbert Lechner, Tomás Moulian, entre otros) que programas de investigación’. Y además plantear que eso está de lo más bien, pero para  cosas normativas hay tantas cosas mejores que la sociología.

Pero hay algo en el texto que creo equivocado

Nosotros parecemos estar en una época de indiferencia, a juzgar por el peso reducido que tiene la sociología en la discusión pública. Más allá de que el libro de Tomás Moulian haya sido un best-seller, de que Villegas tenga tribuna en todos los medios masivos o de que los estudios de opinión se publiquen en todos lados, sigue pareciendo que la disciplina es poco influyente, que la investigación más académica se toma poco en cuenta y que, al fin y al cabo, nadie entiende muy bien en qué estamos, ni siquiera nosotros. Es decir que, a pesar de que Chile ha vivido una serie de transformaciones económicas, sociales, culturales y políticas, el lenguaje sociológico (tradición – modernidad; comunidad – sociedad; diferenciación funcional, etc.) no aparece demasiado en la discusión pública.

Ahora, ¿por qué la utilidad de la sociología se mide en torno a cómo influenciamos la discusión pública? Es cierto que ese sería el lugar que, probablemente, más nos gustaría ocupar; de hecho el que ocupamos por un tiempo; y que el tema que los economistas lo ocupen ahora sea motivo de tirria para más de uno. Pero creo que efectivamente la sociología ha tenido influencias fuera del ámbito de la discusión pública (creo que hay más de un programa de políticas públicas que fue diseñado por sociólogos en los últimos años, y conozco algunas intervenciones en diversos mercados que también tienen esa proveniencia).

En más que una forma, el tratar de abandonar el ‘discurso ideológico’ y cambiarlo por una labor profesionalizante (digamos, no es sólo Tironi que cambio los libros por las consultorías), tuvo ese efecto: Una sociología cuya utilidad opera a escondidas de la sociedad, en vez de hacerlo en la plaza pública. Es posiblemente una mala forma de ser ‘útil’, y en particular puede ser una muy mala para la sociología. De hecho, creo tiene más capacidades para dar mapas a la plaza pública que para elaborar políticas públicas en realidad. Pero sigue siendo una forma de ser ‘útil’.

Aunque posiblemente me siento más cerca del sentimiento de Jean Botteró, especialista en el Medio Oriente antiguo, que alguna vez publicó un artículo, a propósito de su disciplina, ‘en defensa de una ciencia inútil’, basado precisamente en su inutilidad. Por otro lado, siempre me he sentido a gusto con el puro deseo de conocer más sobre el mundo social a decir verdad.