Haydn

Entre las innumerables cosas que son algo enojosas es que el año Haydn ya termino. Y por lo tanto tendré que inventarme nuevas razones para escucharlo. Aunque ¿para qué se necesitan razones?

El cuarteto de las Quintas (Op 76, No 2 in Re menor, primer movimiento), por el Quatuor Mosaïques

Y el movimiento final del Cuarteto Op 50, No 6 en Re Major, ‘La Rana’ por el Leipziger Streichquartett

No deja de ser necesario sentir la voz de la plenitud de cuando en cuando.

Elecciones y encuesta

Eduardo Arriagada, en su blog en Comunicaciones de la UC, hizo un post sobre que en Chile no había sorpresas en las elecciones. En el blog se mostraba un gráfico creado por Roberto Méndez en que se planteaba que, básicamente, todas las encuestas -si uno contaba sólo los votos válidamente emitidos- habían estado cerca del resultado. En ese sentido, la elección había estado decidida hace varios meses.

Carlos Hunneus, que en El Mostrador ha escrito varias columnas sobre su predicción de resultados, escribió otra columna que Arriagada también publicó en su blog. En esa columna, luego de insistir que CERC fue el único que realizó predicciones, que todos son generales después de la batalla escribió lo siguiente:

En tercer lugar, la igualación del desempeño de las encuestas no es correcto, porque se hace cometiendo manipulación estadística, porque se sacan las respuestas no sabe/no responde, nulos y blancos después de las elecciones. Esta práctica, iniciada por Roberto Méndez después de las elecciones presidenciales de 1999, no ha conducido a que los encuestadores hagan este ejercicio antes de las elecciones presidenciales de 2005 y del 13 de diciembre, sino que después. El encuestador debe decir antes cual será el resultado, sabiendo que en Chile es sobre los votos validamente emitidos. No se puede ser general después de la batalla.

Y no se ha hecho por una razón muy simple, este es mi cuarto punto: los NS/NR no se pueden eliminar, porque una buena parte de ellos es voto escondido y debe ser asignado correctamente. Hay distintas maneras de hacerlo: mediante la aplicación de otras preguntas electorales y de temas políticos (asi lo hacemos en el CERC) o mediante una distribución proporcional según las respuestas de intención de voto o una combinación de ambas. El segundo ejercicio es riesgoso, porque puede llevar a sobreestimar al candidato que tiene un clima electoral muy favorable, que lo hace aparece como ganador.

Saber interpretar a los no sabe/no responde, este es otro punto que quiero aclarar, no es una elegancia académica, sino que es una exigencia profesional, para trabajar con la realidad y no con fabricaciones de ella

El problema es que no es ninguna manipulación estadística contar para calcular los porcentajes de votos sólo las preferencias de los candidatos. Los porcentajes de las elecciones se calculan sobre votos válidamente emitidos, no sobre el total de inscritos. Y ambos universos son distintos, por lo que no queda más que calcular los porcentajes como corresponde.

De hecho, es sencillamente incorrecto plantear que “los NS/NR no se pueden eliminar, porque una buena parte de ellos es voto escondido y debe ser asignado correctamente”.

La encuesta CEP de Octubre, para dar el ejemplo más claro, plantea que un 14% de los inscritos fueron NS/NR (link aquí). Bueno, ¿cual es el porcentaje de personas inscritas en los registros electorales que no dieron un voto válido en la elección reciente?

De acuerdo a elecciones.gob.cl el número de votos válidamente emitidos fue de 6.937.519 votos. El número de inscritos de acuerdo al SERVEL a Septiembre del 2009 fue de 8.285.186 (lamentablemente no hay datos más recientes). La diferencia corresponde al 16%.

En otras palabras, el porcentaje de NS/NR de la encuesta del CEP corresponde con pequeña diferencia (que es parte del margen de error) al porcentaje que no expresó preferencia por candidato alguno: No votaron, anularon, votaron en blanco etc. En otras palabras, no hay que asignarlos a candidato alguno, porque no votaron por algún candidato.

O sea, el universo de votos válidos (casi 7 millones) no es el universo de inscritos (8 millones y algo). Y para hacer comparable porcentajes calculados con respecto a esos universos distintos, tengo que hacer el calculo correspondiente. Eso no es ningún truco o manipulación estadística. Es sencillamente reconocer que hay gente que no vota en las elecciones. Que es un dato de la realidad. Perdón que son 1.327.667 datos de la realidad.

De elecciones y ese tipo de cosas

En fin, y sólo porque me fue pedido, algunas reflexiones sobre las próximas elecciones.

Ante la perspectiva de un gobierno de derecha, no deja de ser instructivo el temor que produce en algunas personas. No estaría de más recordar que hace menos de 10 años la perspectiva de un gobierno socialista también produjo, entre otras personas, los mismos miedos; y, finalmente, resultaron algo exagerados. Es poco probable, por ejemplo, que un gobierno de Piñera aboliera el salario mínimo. Más que nada porque si, incluso si fuera propuesto, es muy poco probable que fuera aceptado en el Congreso (no me imagino muchos parlamentarios firmando su propia sentencia de salida del Congreso aprobando una medida de ese tipo). Pero, en fin, siendo en general más liberal que buena parte de mis conocidos, no es ese tipo de cosas las que me preocupa.

Pero en realidad el tema relevante es el tema de siempre, el que nunca se olvida, a pesar de que siempre se pide su olvido: De los asesinatos y de las torturas. Porque aquí, con la sola operación de no hacer nada, un gobierno bien podría dejarlo en el olvido y entre las cosas que habría que superar.

¿Por qué no eso no es aceptable? Al fin y al cabo, ¿no han pasado tantos años? ¿Y el perdón no es una virtud? ¿Y la reconciliación? Claro, eso es cierto. Pero no se construye reconciliación con el simple olvido.

El debate del perdón y del olvido tiene un olvido relevante: Cuáles son las características del proceso de perdón. Porque quién pide perdón parte del daño y del dolor que otro ha sufrido, y de la conmiseración -nunca mejor dicha esa palabra- con el otro, y del reconocimiento que las propias acciones han sido parte de ese dolor y daño. Pedir perdón parte por el arrepentimiento. Todas esas cosas son conocidas. Al fin y al cabo, todos hemos pedido perdón (o alguien nos ha pedido perdón). Sin la empatía con el dolor, sin que haya un sentimiento de pesar por el dolor causado, no hay petición de perdón real.

Lo que nos lleva además a otro olvido: El perdón parte por el hecho que una persona pide (no exige) perdón. Lo que nunca sucede es que alguien simplemente diga ‘pero ¿no me has perdonado? Que mala persona eres’ Bueno, cuando esas cosas suceden en la vida real, una persona que dice eso sabemos todo lo despreciable que es.

Entonces, tenemos en Chile un sector que sin reconocer ningún daño simplemente exige que se le perdone, y reclama irritada que el otro -el que ha recibido el daño- es un perverso por no perdonarlo (*). Nada de esto se asemeja a como funciona el proceso de perdón. Pero, claro, reconocer el dolor parece ser más de lo que algunas personas pueden dar de sí.

El problema de un gobierno de derecha en torno al asesinato y la tortura no es tanto que esté compuesto de personas que apoyaron a un gobierno que se dedicó a esas prácticas. Al fin y al cabo, el apoyo y comprensión de las prácticas de la tiranía son lamentablemente extendidas. El problema está en, sencillamente, en la falta de arrepentimiento, en la convicción que el asesinato y la tortura fueron, quizás lamentables, pero necesarias, o por último, están entre las cosas que no vale la pena recordar.

Y no hay muchas cosas más despreciables que referirse a todas las vidas tronchadas y destruidas como sencillamente como cosas que no vale la pena recordar.

(*) Hablo del sector. En términos individuales esos reconocimientos se han dado. Pero, claro, a final de cuentas, independiente de todo lo que uno pudiera pensar, alguien como Lavín es una buena persona.

Die Zauberflote

Y como en estas cosas, como en muchas otras, las palabras siempre resultan insuficientes y además innecesarias, los links (y sólo para mostrar la variedad no vamos a hacer el link al aria de la Reina de la Noche)

O Isis und Osiris

Wie, Wie, Wie

Der, welcher wandelt, diese Strasse voll Beschwerden

Pa-pa-ge-na, Pa-pa-ge-no

Nur Stille /Die Strahlen der Sonne

La gloria, bueno una de las innumerables glorias, de la Flauta Mágica es la facilidad con que se combinan estilos tan distintos en un todo coherente.

(¿Y habrá algún momento en que vuelva a escribir de sociología?)

A proposito de la ultima CEP, o de como buscar deslegitimar encuestas

La Nación y un sitio llamado Cambio21 se han dedicado en los últimos dias a intentar armar un revuelo en relación a la ultima CEP y a plantear que hay un serio problema y que los datos no sirven y que se intenta perjudicar a Frei y todas esas operaciones políticas de mala muerte que hay que sufrir en el último mes antes de una elección.

Citamos al sitio (link aquí))

Según Leonel Sánchez Jorquera, del Centro de Estudio y Análisis, los datos por edad de la mencionada muestra, se pondera en sus resultados de la siguiente manera: votantes de 18 a 24 años un 17%; 25 a 34 años un 20%; 35 a 54 años un 39%; y mayores de 55 años un 24%. Eso no se ajusta a la información entregada por el Servicio Electoral, Servel, que en cifras gruesas es la siguiente: 18 a 24 años un 5%; 25 a 34 años un 11%; 35 a 54 años un 49%; y mayores de 55 años un 35%.

“En la página 90 de la misma encuesta CEP (que puede ser vista por internet) hacen un análisis de muestra que no corresponde a los datos del Servicio Electoral y queda la duda con respecto al resto de la población, es decir cómo está ponderada. Si uno revisa los datos de la población de mayores de 18 años aparecen datos del INE y no las del Servel”, asevera Sánchez Jorquera.

Además, agrega que “si uno se va a la página 85 (disponible en el sitio web de la CEP) donde está la ponderación de la muestra, evidentemente las cifras no corresponden a la masa votante. La duda cabe si la muestra es de acuerdo a cada grupo etáreo. Porque al final los menores de 34 años corresponden a un 37% según la CEP y según el Servel es un 15% y no se aclara si se elimina a la población no inscrita”.

Lo primero, y lo más central, lo que olvida este tema es que el universo de la encuesta CEP es el total de la población -y por lo tanto la distribución correcta de la edad es la poblacional (o sea, los datos del INE ) no la del Servel. Cuando el CEP entrega datos para la población inscrita lo hace para un subsegmento del universo. Pero la distribución de la muestra está bien cuando corresponde al universo de estudio -que son todos los chilenos mayores de 18 años.

Ahora, alguien podría preguntar ¿y la distribución de los inscritos? Bueno, uno puede revisar -si es mínimamente serio- la distribución de la edad de los inscritos de las encuestas CEP de las que se puede obtener la base de datos (en el sitio están disponible hasta Agosto).

Bueno, ¿cuál es la distribución ponderada por edad de los inscritos en la encuesta de Agosto?
18-24 años = 4,2%

25-34 años = 12.1%

35-54 años = 50,1%

55 y más años = 33,5%

Que es bastante cercana a los datos del Servel.

En otras palabras, una tormenta falsa.

Gloria in Excelsis Deo

No tengo la menor idea de porqué esto se sigue llamando meditaciones sociológicas si cada vez hablo menos de sociología. En fin, pasaremos a tarea de fin de semana agregar el par de cosas sociológicas que se nos han ocurrido, al menos para mantener el derecho a ocupar el título.

Pero pasemos ahora a cosas más importantes. No siendo católico, y por lo tanto siendo mi acercamiento al tema primordialmente cultural y musical, alguien me podría explicar cómo a la Santa Iglesia se le ocurrió cambiar una gloriosa tradición musical en misas por una música de mala muerte?

Para muestra, una muy gloriosa musicalización del Gloria in Excelsis Deo (la versión que hizo Mozart en la Misa en Do Menor, K 427)

También hay una versión de Bernstein

Ockeghem.

Los seres humanos en general, no por cliché deja de ser verdad, somos un completo desastre; pero entre medio, a veces, hacemos cosas a las que no tenemos derecho a acceder. La música polifónica del renacimiento es una de ellas, porque ¿a propósito de qué alguien es capaz de crear tanta perfección?

El Alma Redemptoris Mater de Johannes Ockegkem

A propósito de Mozart

Si, ya sé, debiera escribir de sociología -supuestamente este blog es de meditaciones sociológicas y al fin y al cabo tengo varias ideas en el tintero- pero al mismo tiempo supongo que no es mala idea escribir sobre lo que uno desea en el momento que uno desea.

En fin, Mozart -que es el tema, y sobre quien no debiera uno estar disculpándose de escribir.

La cosa es que si recuerdo el tiempo que me ha gustado la música clásica, Wolfgang ha pasado por varios altibajos. Una de las primeras obras que escuché de música clásica cuando realmente me puse a escuchar fue el Concierto para Clarinete. Con tamaña introducción no es de extrañar que me convirtiera en fanático del género y del compositor, por añadidura. A eso siguieron años de idolatría.

Pero a eso siguío una fase de más bien alejamiento -en que me dije que los clichés del siglo XIX podían ser algo exagerados pero no eran completamente equivocados y que el siglo XVIII no estaba tan equivocado en preferir a Haydn. Y qué, en realidad, comparado con Johann y Ludwig no tenía nada que hacer.

Y claro está, después descubrí que soy un completo tarado y que -como siempre- mi primera reacción era la correcta (*). Y que en realidad, ¿La Flauta Mágica? ¿Don Giovanni? ¿Los quintetos de cuerda? ¿Los cuartetos dedicados a Haydn? ¿El quinteto para clarinete? ¿El cuarteto en sol menor? Y cuanta otra cosa más. Que cuando Mozart realmente estaba inspirado simplemente no tiene comparación.

En fin. El primer movimiento del Cuarteto en Re menor, K 421, Allegro. No encontré online el último movimiento del La Mayor, K 464 que realmente es una maravilla, pero bueno que se le va a hacer.

Y, dado que hay mucho más que poner, el último movimiento del Cuarteto en Sol Mayor, K 387 (La interpretación elegida más que nada porque para un movimiento que mezcla fuga con sonata poder ver cuando entra cada uno de los músicos no deja de ser una ayuda)

(*) Hace tiempo que debiera haberme dado cuenta que mi instinto es mejor persona que yo. Y que, por lo tanto, debiera hacerle más caso.

De nuevo Haydn

En principio debiera escribir sobre cosas interesantes y sociológicas, pero en fin, trabajo y esas cosas; así que por ahora, haremos algo que sí vale la pena.

Un link al Cuarteto Jerusalem tocando el último movimiento (Fuga a dos sujetos) del Op 20 No 4 de Haydn.

Uno pudiera hablar y decir leseras, pero lo mejor es dejar a la música hablar.

3 niveles en la falla (o éxito) de implementación

Una de las consecuencias de estar en un nuevo trabajo es que uno empieza a pensar en cosas que, quizás, jamás había pensado con anterioridad. Así que preocupado ahora de implementación de políticas sociales se me ocurre que una distinción que podría tener alguna utilidad es la siguiente:

Hay 3 niveles en que una política puede fallar en su implementación (más allá de otras posibles fallas)

  • La primera es que no se pueda aplicar eficientemente: Digamos, cuando las personas no pueden acceder porque no hay donde, llegados al lugar nadie entiende como aplicarla, todo se demora o no se produce etc.
  • La segunda es que no haya con quienes aplicarla: O sea, el diseño de la política tiene limitaciones tales que o no hay nadie a quién se pueda aplicar (es de hecho, uno de los problemas de la primera versión del fondo solidario del seguro de cesantía) o a nadie le interesa (pasa en determinados subsidios)
  • La tercera es que no tenga efectos: El sistema realiza sus acciones, hay a quienes aplicárselos, pero no pasa nada -digamos, una política que intenta superar la pobreza que no hace que nadie deje de ser pobre.

Ahora, la utilidad de la distinción es que, de hecho, usualmente hay algo de conciencia con respecto al tercer nivel. Pero no siempre hay claridad en torno a los otros niveles. Y bien puede que una política no tenga efectos -falle en ese tercer nivel- porque en realidad tuvo fallas en los otros dos niveles, que es donde debiera mejorarse el asunto.

(En algún momento volveremos a nuestra programación más habitual)