De las expectativas. La revolución francesa y el ejemplo de EE.UU

En On Revolution Arendt insiste en varios momentos en cómo hemos olvidado (ahora quizás menos que en décadas recientes, sigue siendo común en todo caso) que para los contemporáneos la independencia de Estados Unidos fue una revolución; y que la revolución moderna nace ahí, que Francia no es la primera revolución. Es fácil para nosotros disminuir el impacto de lo sucedido en Estados Unidos (‘fue sólo una revuelta de independencia’, ‘había otras repúblicas’, ‘fue sólo un asunto político’) y -más allá de las correcciones de dichas reflexiones- vale la pena destacar lo que representó para sus contemporáneos. Y ello no … Siga leyendo

La muerte y la gloria.

Hay un sentimiento que aparece en múltiples textos del pasado que a nosotros se nos vuelve muy difícil de comprender: la exaltación de la muerte en batalla y la opinión que es una muerte gloriosa. Un poema famoso de Wilfred Owen escrito durante la Primera Guerra Mundial muestra bastante bien nuestra reacción a esos sentimientos. Después de narrarnos la horrible experiencia de la muerte tras un ataque con gas concluye My friend, you would not tell with such high zestTo children ardent for some desperate glory,The old Lie: Dulce et decorum estPro patria mori. La vieja mentira (la frase en latín … Siga leyendo

Todo siempre ya fue dicho. A propósito del problema del Orden

Pueden ser distinguidos, a su vez, dos aspectos de este proble/ma del orden: el orden en los sistemas simbólicos que hace posible la comunicación y el orden en la mutualidad de la orientación motivacional hacia el aspecto normativo de las expectaciones, es decir, el problema del orden en Hobbes (Parsons, El Sistema Social, Cap. 2, pp. 54-5)

En 1989 Jon Elster publicó El Cemento de la Sociedad en el cual planteaba que existían dos problemas del orden. Uno es el problema de la cooperación (el problema de Hobbes), que era el ya reconocido; otro distinto era el problema de la falta de sentido, de previsibilidad si se quiere: de expectativas que no se cumplen (Macbeth). Los problemas del orden que distingue Parsons en 1951 (la fecha de publicación del Sistema Social) no son idénticos, pero van en la misma dirección: Una cosa es garantizar la cooperación, otra cosa es garantizar el sentido.

Una idea que en 1989 podía presentarse como un paso adelante en la concepción del orden (y en parte en contraposición a Parsons) había sido ya presentada casi 40 años antes (y en parte por el autor a superar).

Por algún motivo nos leemos mal, y ello dificulta la construcción teórica.

Las trampas retóricas de Bourdieu

L’intention de mon propos est de dire qu’il y a une science à faire de cette sorte de science commune qui, pour la science ordinaire -celle dont Hegel fournit le paradigme-, est un simple déchet (Clase 19 octubre 1982, Sociologie générale, volumen 1).

El Bourdieu del Oficio del Sociólogo ha sido visto en términos de la separación entre el saber del sociólogo y el saber cotidiano, y siendo la labor del sociólogo ‘salir’ del pensamiento cotidiano, no quedarse en dichas doxas: la ruptura epistemológica. En sus cursos en el Collège de France a principio de los ’80 nos presenta una idea diferente: una denuncia de aquella visión escolástica que mira como un mero error el pensamiento cotidiano.

Ambas afirmaciones tienen continuidades (ambas se basan en la separación entre pensar cotidiano / pensar académico, escolástico), pero presentan a primera vista una contradicción. En esta pequeña nota queremos mostrar que eso sería un error, y que lo que hay detrás es una trampa retórica permanente en Bourdieu.

Todo el juego está en que el pensar cotidiano es parte de cómo funciona la realidad, por ello entonces mirarlo como mero error es un error. Por otro lado, el pensar cotidiano -precisamente porque no es reflexivo- no puede dar cuenta de ese funcionamiento y por eso mismo hay que superarlo. Lo que cabe hacer es el pensar à la Bourdieu: que primero denuncia al pensar cotidiano como pensar cotidiano (‘no es un pensar reflexivo’) y luego denuncia el penar académico sobre el pensar cotidiano (‘dénse cuenta que no es un pensar reflexivo’).

Lo que es permanente es la necesidad de denunciar. A través de ésto y a través del segundo paso (denunciar a los denunciantes) se logra entonces lo deseado: Que sólo un Bourdieu puede acceder a la realidad, puesto que antes todos (los cotidianos participantes de la sociedad por un lado y los reflexionantes que no se dan cuenta de lo no-reflexionante de la vida por otro) operan tras velos. Bourdieu continuaría así el camino del desvelamiento que le sería exclusivo.

¿Por qué digo que eso es una trampa? La razón es sencilla: Que el camino del develamiento es un camino sin fin: siempre podemos develar al develador y así sin término. Y que por otro lado, no hay nada que develar. El pensar cotidiano siempre ha sabido que no es reflexivo (es parte del pensar cotidiano la diferencia entre saber práctico /saber reflexivo que es fundante en Bourdieu). Y la idea reflexiva que el saber cotidiano no puede ser puro error, sino que es parte de la operación, era ya en los 1980’s asunto bien sabido -no había ningún develamiento ahí que hacer (y lo que nos interesa subrayar es que Bourdieu se presenta como un buen platónico que nos revela que vivíamos en las cavernas y eso aplica también al develador de primer orden que ingenuamente creía que develaba). Siempre hay errores y problemas, lo que no hay es un ocultamiento fundamental que está a la espera del analista a que no se le oculta nada.

Si se quiere, los analistas exageran la ingenuidad de los participantes. Quizás es una forma que los analistas tienen de acentuar su presunta necesidad.

Raymond Aron sobre Durkheim (y una nueva demostración que las críticas a Durkheim son malas lecturas)

Creo que de esto tres autores Durkheim es el hombre cuyas sugestiones han revelado menos validez ante el curso de los acontecimientos. Según las concebía Durkheim, es decir como cuerpos intermedios dotados de autoridad moral, las corporaciones no se han desarrollado en ningún país de economía moderna. Estos se dividen hoy en dos clases de regímenes, pero no hay lugar para las corporaciones en Rusia Soviética ni en las sociedades occidentales; en Rusia Soviética, porque el principio de toda autoridad y de toda moral debe ser el Partido y el Estado confundido; en Occidente, porque se necesitaría una excepcional acuidad … Siga leyendo

Dos trampas del PGB como medición: El olvido de la materialidad y el olvido de la institucionalidad

El producto geográfico bruto, la idea de medir la economía a través de ese instrumento, ha sido criticado múltiples veces. Lo más común es argüir que no da cuenta del bienestar. Sin embargo, también hay críticas que se orientan al tema de su insuficiencia en relación a su objeto: Que no mide realmente la producción de la economía, dado que deja buena parte de ella fuera (el caso más emblemático de ello siendo el trabajo doméstico). Aquí quiero abundar en un par de problemas de la medición del PGB que me aparecieron en diversas lecturas (bueno, relecturas, son textos que … Siga leyendo

El poder oculto y el poder en público

Before this, when Zhao Gao became Director of Palace Gentlemen, the crowd of those whom he had killed or paid back over private grievances was numerous, so he was afraid that, when the important officials came to court to present business, they would vilify him. So he addressed Second Generation as follows: ‘The reason why the Son of Heaven is honoured is because only his voice is heard, and none of his subjects can see his face. That is why he refers to himself as the mysterious one (Sima Qian, Historical Records, Capítulo 87) La idea que el soberano debe … Siga leyendo

Una nota sobre la génesis de lo divino

Ce «divin» lui-même est d’autre part ressenti comme une puissance plus que comme une idée (Jacques Cauvin, Naissance des divinités, naissance de l’agriculture, Cap. 12, p. 216) El argumento general de Cauvin está en el título del libro: una transformación religiosa es lo que explicaría el nacimiento y la expansión de la agricultura. Más allá del argumento general (que no me parece muy convincente) si resulta algo más interesante como exploración (por cierto, a manera de ensayo que de las creencias en el neolítico bien poco sabemos) de las ideas de las culturas en el paso de la agricultura (y … Siga leyendo

Cuatro tipos de libertad

La distinción entre libertad positiva y libertad negativa de Berlin es conocida: No es lo mismo una concepción de libertad que se basa en la capacidad para hacer cosas (libertad positiva) de una que se centra en que no se prohíban cosas (libertad negativa). De hecho, la distinción ha sido analizada como antinomia -que es una u otra libertad o que si se mantiene una de esos polos el otro no sería libertad. En cualquier caso, es una distinción útil. Diría, empero, que puede ser complementada. Y aquí también la intuición detrás de la distinción es una antigua: es la … Siga leyendo

La conformación de la aproximación práctica

Par définition, le sujet connaissant se met hors de cet espace pour la penser, et, du même coup, il le pense comme problème, alors que l’une des propriétés de la relation R2 [del campo al habitus] (relation de conditionnement, d’incorporation) est, précisément, que le monde ne fait pas problème (Sociologie générale, Vol I, Clase 12 octubre 1982, p. 248)

El sociologismo, para usar esa palabra, de Bourdieu se muestra en muchas ocasiones, una de ellas es aquí. Cuando lo social se incorpora en la persona (cuando genera el habitus) lo que hace es hacer que el mundo no sea problema. De acuerdo a Bourdieu pensar el mundo social como problemático sería una marca del pensamiento escolástico, no de la aproximación práctica.

Sin embargo, el mundo es problemático, y la aproximación práctica (la diferencia con una visión escolástica) surge precisamente porque vivir es problemático. Se ha supuesto muchas veces que la vida cotidiana (y todas sus categorizaciones y tipificaciones) se hacen para des-problematizar la vida y que las cosas sucedan como de suyo. La vida cotidiana es ausencia de problemas (pura vida sin fricción) y que cuando aparece un problema es que salimos de la vida cotidiana: Caminar no es problemático y por eso, precisamente, es cotidiano.

Ello olvida la razón de esa no-problematicidad: Para permitir que la atención se enfoque en lo que sí es problemático. Simplificamos el mundo para poder actuar en aquello que no está simplificado, y esa diferencia entre el fondo sin problemas y el primer plano que sí lo es, es lo que constituye la aproximación y la vida práctica. En la vida cotidiana estamos continuamente resolviendo cosas, y eso requiere una acción (no va simplemente de suyo que se resuelvan), y para resolverlos es que usamos todas las herramientas ‘prácticas’. Pero como todas las cosas prácticas, se realizan y se usan para algo.

Si la vida no fuera problemática, no existiría la vida práctica. Sin problemas, bien sería posible dedicarse a la vida ‘escolástica’ (que ha sido siempre considerada una marca de quién no tiene que preocuparse ni vivir en la práctica).

Si se quiere, y a ello se debe la primera frase, el principal error del sociologismo es pensar que los esquemas de las estructuras sociales (que, al fin, son siempre genéricos) pueden por sí solos reproducir la vida social. Pero ello no es posible porque en la concreción de la acción siempre hay fricción (porque cada situación es siempre más compleja que cualquiera regla estructural, porque al fin cada situación está compuesta de más elementos que los ‘puramente’ sociales) -y esa fricción garantiza el que la vida es problemática, que es por ello que nos ordenamos prácticamente hacia ella, y que no se puede entender la vida social sólo ‘socialmente’. En la vida pasan cosas y se realizan acciones, y ese pasar y ese accionar no se entienden como parte cuando se piensa que ‘el mundo no hace problema’