A propósito de la CASEN y la evolución de la pobreza

Entre toda la discusión sobre el aumento de la pobreza, hay un tema que es interesante destacar. En la medición anterior (2006) la discusión fue sobre que había disminuido demasiado la pobreza (5 puntos, algo que no había sucedido durante un tiempo largo). Ahora, si uno compara la pobreza 2003 con la 2009 se da cuenta que la cifra 2009 está dentro de la linea de tendencia, si se quiere: En 6 años la pobreza habría disminuido 3,6 puntos, lo que es algo inferior pero comparable con lo sucedido anteriormente (de 1998 a 2003 había disminuido 3 puntos). La cifra extraña sigue siendo la del 2006.

El gráfico de la presentación (disponible aquí) es bastante claro, creo:

casen_pobreza_2009

 

Un pequeño acto publicitario

Y ahora haremos lo que, creo, jamás se nos había ocurrido en este humilde blog: Comentar el trabajo que realizo. Más que nada porque, después de algunos meses, en la unidad en que trabajo se puso el sitio web en funcionamiento -todavía con mil detalles y cosas a mejorar, pero en fin, mejor en algún momento subirlo. El tema es previsión social y la idea es un sitio que entregue información de manera permanente sobre el tema. ¿El nombre? El muy imaginativo de Observatorio Previsional.

Ahora, lo interesante es que el tema de previsión social ha resultado ser sociológicamente interesante. Porque en el ámbito de las pensiones se muestran los resultados de múltiples dimensiones: Impacta la situación laboral, la demografía, la vida familiar, el concepto de ciclo de vida etc. Es un lugar interesante para conocer a una sociedad.

Además no deja de ser interesante el análisis de la sociedad en uno de los espacios donde la interacción entre biología y sociedad es más clara. Porque, claro está, tenemos pensiones porque somos seres que envejecen y mueren. También hay otros espacios donde la interacción es importante pero aquí tiene una claridad muy fuerte.

3 niveles en la falla (o éxito) de implementación

Una de las consecuencias de estar en un nuevo trabajo es que uno empieza a pensar en cosas que, quizás, jamás había pensado con anterioridad. Así que preocupado ahora de implementación de políticas sociales se me ocurre que una distinción que podría tener alguna utilidad es la siguiente:

Hay 3 niveles en que una política puede fallar en su implementación (más allá de otras posibles fallas)

  • La primera es que no se pueda aplicar eficientemente: Digamos, cuando las personas no pueden acceder porque no hay donde, llegados al lugar nadie entiende como aplicarla, todo se demora o no se produce etc.
  • La segunda es que no haya con quienes aplicarla: O sea, el diseño de la política tiene limitaciones tales que o no hay nadie a quién se pueda aplicar (es de hecho, uno de los problemas de la primera versión del fondo solidario del seguro de cesantía) o a nadie le interesa (pasa en determinados subsidios)
  • La tercera es que no tenga efectos: El sistema realiza sus acciones, hay a quienes aplicárselos, pero no pasa nada -digamos, una política que intenta superar la pobreza que no hace que nadie deje de ser pobre.

Ahora, la utilidad de la distinción es que, de hecho, usualmente hay algo de conciencia con respecto al tercer nivel. Pero no siempre hay claridad en torno a los otros niveles. Y bien puede que una política no tenga efectos -falle en ese tercer nivel- porque en realidad tuvo fallas en los otros dos niveles, que es donde debiera mejorarse el asunto.

(En algún momento volveremos a nuestra programación más habitual)