De las repúblicas oligarquicas

Una de las cosas particulares de la modernidad es que el tipo de gobierno más común es republicano. Ahora, por otro lado los gobiernos republicanos son cosas raras previo a la modernidad. Pero no tan solo eso. Sino que el tipo de gobierno repúblicano más común en la epoca moderna temprana ya prácticamente no existe. O para decirlo de manera más clara: ya no existe.

Mientras que casi cualquier república previo a las décadas finales del siglo XVIII era oligarquica -Venecia, la república de las Provincias Unidas-, ahora sería difícil encontrar alguna. Lo que hace, díficil que nosotros entendamos dos cosas: Primero, su estructura y funcionamiento y segundo, las ideologías que las fundamentaban.

Porque, en primer lugar, una república oligarquica no es -tan sólo- una donde el derecho a voto este restringido sólo a algunos pero que, aparte de eso, funciona como una república moderna con sufragio universal. El punto es, precisamente, que es la mecánica de voto-elección de autoridades la que no siempre opera en esas repúblicas. En Venecia todos los nobles -y nobles eran aquellos registrados en un documento específico, que a su vez eran hijos de nobles venecianos- participaban en el Concejo. La república de las Provincias Unidas -de naturaleza federal- la estructura es mucho más compleja, pero básicamente son los regentes los que detentan el poder político. Y los regentes son un grupo auto-generado (las listas son producidas por ellos, que es la razón por la que todas las crisis políticas de las Provincias Unidas implican revisar las listas, y expulsar o incluir familias). Y pensando incluso en repúblicas oligarquicas antiguas, el Senado Romano no era elegido, los miembros del Senado eran quienes habían cumplido con ciertos puestos y contaban con cierta renta. Y la permanencia era por vida. Lo que es una lástima es que en las historias modernas todos estos procedimientos son pasados muy por altos para dedicarse a la descripción del grupo social oligarquico. Lo cual está muy bien, pero vuelve más complejo el examen de una forma republicana que ya no existe y que, en realidad, no estaba basada para nada en nuestros

Y el segundo tema es ideológico. Porque la ideología republica, y la defensa de la libertad pública, clásicamente no es para nada democrática. En otras palabras, la democracia no es una ampliación sencilla del ideal republicano que incluye a toda la población. La ideología republicana rechaza el gobierno de la mayoría, lo que desea es el gobierno de los muchos en contra del gobierno de uno, pero no el gobierno de todos. El gobierno republicano oligarquico clásico (pensemos en Venecia y en las Provincias Unidas) funciona por comisión, no por tener un director ejecutivo.

En general, en todas las repúblicas oligarquicas la irrupción popular ha sido casi siempre ‘cesarista’: en defensa de una figura fuerte. Así, hasta el desarrollo de las ideologías ilustradas en el siglo XVIII, una revuelta popular en las Provincias Unidas implicaba al mismo tiempo una defensa del poder de las milicias urbanas (la base institucional de una participación más amplia) y una defensa del poder del estatúder (de la dinastía de Orange). El principio republicano del gobierno de muchos no del gobierno de uno -para usar la expresión ciceroniana- era el rechazado. Por cierto, las democracias actuales, que en parte han terminado siendo una elección regular de un Cesar siguen en algo el mismo patrón.

Lo cual nos lleva a nuestra idea general, he ahí una forma de gobierno que ha desaparecido completamente. En un mundo de repúblicas, la república clásica no existe en ninguna parte.

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