Surveillance en la antiguedad.

Entre las innumerables ideas que en los últimos años se ha agregado al pensamiento sociológico sobre la modernidad es que las sociedades modernas se caracterizan por su grado de vigilancia (surveillance). Por ejemplo, las organizaciones monitorean continuamente lo que hacen sus empleados; los estados manejan gran cantidad de información sobre la situación de sus poblaciones etc. Es cosa de leer a Giddens. En particular, uno puede recordar a Thompson y su insistencia en el uso del tiempo (y del tiempo de reloj) para controlar, vigilar y administrar a la naciente fuerza industrial -y de la resistencia de los trabajadores contra ello.

Ahora, veamos que nos dice un artículo sobre la situación en el Antiguo Egipto (Work Organization in the Middle Kingdom, Ancient Egypt; Mahmoud Ezzamel, Organization 11,4: 497-534, 2004)
‘The compilation of rosters, name lists and work groups can be organized in a manner that renders them amenable to accounting calculation and clear delineation of accountability. .. It should be noted at the outset that, given the premodern nature of the material examined here, we should not expect a system of accountability that conjoins both precise time worked out and output achieved, as one would expect to be the case in contemporary organizations, because such a combination of time and physical output has its genesis in the 19th century AD’ (p 499)

‘Rosters and name lists for workers were used extensively. Papyrus Reisner I, from the reign of Sesostris [Senusret] I in the early Twelfth Dynasty, 1971–1926 BC, contains entries for a building project involving nearly 300 workers and foremen organized by division… The various documents used included: (i) number of enlisted workmen, per day per year; (ii) lists of named individual workmen grouped under a named foreman; (iii) daily attendance and absence for individual workers grouped under named foremen; (iv) lists of workmen on the move to jobs in other locations; (v) speci?ed measures and quantities of various products/tasks converted into equivalent man-days; and (vi) rations allocated to each workman’ (p 507)

‘Without wishing to rule out alternative interpretations totally, I suggest that the practice of keeping name lists and attendance rosters was not a purely ceremonial activity. Absence from work on state projects was clearly noted and acted upon; it was classi?ed as a criminal offence against the state and punished severely. (p 515)

‘No matter which account we consider, the pattern of reporting on work in progress looks very similar. In each case, there is a clearly speci?ed work target, e.g. number of bricks of a given size to be made or number of days to be worked. Then an inventory of actual work is performed; this is compared with the target, allowing a remainder to be implicitly calculated or explicitly stated. This system of accountability embodied the three elements of target-setting, measurement of actual achievement and comparison of achievements against targets to signal the remainder. (p 518)

Las citas son largas pero ilustra el punto a ver: La mayoría de las características de sistemas de vigilancia, control y administración (y no puse citas sobre como asignar sueldos, algunas indicaciones de un posible sistema de bonos y de los 27 posibles escalas de pagos que están en el artículo) están ya desde el inicio de las sociedades complejas. Se controlaba el trabajo, se monitoreaba su avance, se registraba la información, se castigaba la falta etc. Y el autor es insistente que estas cosas no son meramente ceremoniales, sino que tienen

¿Que falta? Algunos elementos técnicos (reunir precisamente tiempo y producto) y probablemente algo de extensión (lo dicho es para grupos de trabajo del estado egipcio, digamos los trabajadores de las pirámides). Pero el esquema básico está presente desde ‘siempre’.

Pero entonces uno recuerda toda la resistencia de los trabajadores europeos a la incorporación de controles (y la evidencia sobre el ‘San Lunes’ por ejemplo como costumbre hasta el siglo XIX). O pensar en que ese tipo de documentación de organización laboral también es común entre los mesopotámicos. Y entonces uno pudiera adelantar otra idea: No es que estos niveles de vigilancia hayan estado siempre presentes.

Sino que el nivel de complejidad social (asumiendo que esas prácticas organizacionales implican complejidad) se alcanzaron inicialmente de forma rápida pero después se perdieron. La modernidad implicaría la recuperación de un nivel de complejidad inicial (posiblemente permitido por los profundos cambios tecnológicos: La complejidad de las primeras sociedades ‘civilizadas’ llegó más allá de lo que podían sostener a su nivel técnico, y luego se perdió. Uno puede recordar que en la Grecia clásica no hay, por ejemplo, muchas indicaciones de organizaciones económicas y de trabajo de esa complejidad. Al fin y al cabo, en un asunto paralelo, en Mesopotamia la extensión de la primera urbanización es mayor que la de las civilizaciones y sociedades que la sucedieron. Aunque altamente especulativo no deja de ser un asunto interesante.

Si esto fuera así, entonces uno bien pudiera recordar que nuestro actual nivel de complejidad con toda probabilidad tampoco es sostenible a nuestro presente nivel técnico. Y por tanto que algo parecido -aunque a un nivel de complejidad mayor- bien pudiera ocurrir hoy (digamos, para terminar un post histórico con alguna consecuencia para las sociedades contemporáneas)

Household and State in Upper Mesopotamia

El texto del cual sacamos la cita, ‘Household and State in Upper Mesopotamia’ (Patricia Wattenmaker, Smithsonian Institution Press, 1998).

No olvidar la siguiente cita que puede ser de utilidad en un curso de consumo:

‘The evidence presented previously suggests that the organization of production is guided by the social visibility of the goods being produced and the scarcity of the materials of which they were made’ (p 202)

‘Non-elite households appear to have manufactured their own goods that were not utilized in ritual and social contexts, such as eating meals, or in social interactions involving people other than household members. They apparently procured goods of higher social visibility through exchange’ (p 203)

O sea, los hogares que no eran de la elite en un pueblo miserable en el area de Turquía cerca de la mitad del tercer milenio AC (cerca del 2.500 AC):
1) Reciben mediante intercambio bienes especializados. Por lo tanto, no es posible decir que la producción especializada es sólo para las elites (si los hogares no de la elite ya lo hacían en la periferia, la situación en el centro mesopotámico no puede haber sido mucho peor) y
2) Se preocupaban de estos bienes especializados en las ocasiones que eran visibles. De acuerdo a Wittenmaker, estos bienes lo que hacían era entregar información sobre la identidad de la persona (y del hogar).

En otras palabras, una preocupación por la identidad resuelta a través del consumo (y del ‘mercado’ ya que era producto del intercambio), que era parte de las vidas cotidianas de las personas fuera de la elite. Como siempre concluyo cuando hago estas notas: los modernos resultan algo antiguos.

De porqué la racionalidad es un criterio inútil sobre la modernidad

‘For every year documented in the text, the exact number of animals is given according to the age categorias listed above [menores a un 1 año, 1 año, 2 años, 3 años, adultos]. The calculation of the expected deliverie of dairy products for each basis on teh basis of the number of animals in the preceding year is then recorded: for each adult cow 5 sìla of 2 dairy fat’ and 7 1/2 sìla of cheese was to be delivered’
‘The annual reproduction of cattle was fixed as a rule at an average rate of one newborn calf for every two adult cows. The gender distribution of the calvesd was also theoretical: the text exhibits a stric adherence to the sequence male-female, and so on. For years in which adult cows were registered in odd numbers, calving success was recorded by dividin this number by two and rounding the result to the next lower number’ (Archaic Bookkeeping, Nissen, Damerow y Englund, Chicago University Press, 1993: 100)

Ahora, no voy a plantear que este tipo de documento era muy común para la epoca. El libro citado hace mención que representa una rareza. Pero raro o no, representa algo que ya era posible en el tercer milenio AC. Y es un ejercicio extremo de tendencias que no eran tan raras en el tiempo de la III dinastía de Ur, al que corresponde el texto (aproximadamente 2.100 AC)

Y ¿cuáles son esas tendencias? Si uno se fija en el texto, notará que la única diferencia con una aproximación moderna es la falta de instrumental matemático. El ejercicio teórico de calcular la evolución futura del ganado no puede usar los elementos que nosotros usaríamos -no está disponible la estadística necesaria. De hecho, algunas de las características se entienden mejor con esa falta (el hecho que la ‘producción’ de terneros es anormalmente baja, que compensa los supuestos irreales del ejercicio).

Pero si uno obvia la falta de instrumental, lo que tenemos es un ejercicio teórico para planificar el manejo del ganado (en particular, que cantidades se puede esperar que hay que entregar de los productos derivados del ganado vacuno en cuestión). Y es, con todas sus limitaciones, un ejercicio sistemático, usando reglas claras y precisas. En otras palabras, es un ejercicio de racionalidad, de cálculo sin las herramientas modernas.

En lo que concierne a los aspectos sociales, el ejercicio se nos muestra como claramente una muestra de una burocracia racionalizante: La idea de planificación de los productos, el cálculo basado en reglas, un intento de establecer un ‘target’ teórico con el cual compararse, el hecho que un funcionario de la organización tenga como parte de sus tareas la de desarrollar un ejercicio sin aplicación práctica inmediata (i.e no es una tablilla de distribución de recursos, sino parte de una planificación de mediano y largo plazo). La organización que está detrás de ello aparece como plenamente racionalizada. Su única deficiencia es un aspecto técnico, no uno social.

Y como ello ocurre en el tercer milenio AC nos plantea que la racionalización como tal no es muy útil para pensar la modernidad. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que cuando los europeos se modernizaron, su sociedad pasada era una muy atrasada en los términos contemporáneos de otras sociedades civilizadas. En otras palabras, pasaron -a riesgo de repetir leyendas negras sobre el pobre medioevo- de la barbarie a la modernidad sin pasar por la civilización. Y por tanto, en el ‘relato’ típico sociológico se pasan como parte de la modernidad cosas que toda sociedad civilizada ha conocido por mucho tiempo.

Community and Society in Roman Society

Por Stephen L. Dyson (John Hopkins University Press, 1992). Hmm, casi todas mis lecturas sobre la antigüedad clásica son de principios de los ’90, necesito ponerme al día.

Pero, bueno, a la tarea. Las citas que nos interesa mantener en mente:

Free elections, with their complex political and social dynamics, continued at Pompeii long after they had ceased at Rome’ (2) y ‘It even [Rome] lacked public baths and theaters, facilities that could be found in many smaller towns in Italy‘ (51), hablando alrededor  del 100 AC. (A proposito de las ventajas de Roma para las elites locales)

Ambitious slaves and freedman found manifold opportunities in the developing market economy, as all regiones of Roman Italy entered into a ancient version of the consumer society’ (46) ‘Certainly the Roman elite become increasingly addicted to a range of luxury items, but consumer goods circulated to all levels of Roman society‘ (47). Los bienes de consumo a los que se refiere: Black-gazed pottery, lamps, Pompeian First Style wall painting. (A propósito de la sociedad de consumo y como siempre que se estudian las cosas de cerca, los antiguos aparecen sorprendentemente ‘consumistas’ y ‘comercializados’

Acerca de una tesis sobre ciudades-estado

A estas alturas no me acuerdo donde leí la tesis, pero la idea básicamente es que un régimen de ciudades-estado nunca tiene su fin en que una ciudad-estado alcanza una dominación sobre las otras. Cuando un sistema de ciudades-estado finaliza, lo que sucede es que esas ciudades son incorporadas por un Estado externo y más fuerte (digamos, lo sucedido en Grecia y en las comunas italianas en el renacimiento) o que el sistema se desmorona (digamos, con los Mayas).

Ahora, ¿que hacemos con los romanos? ¿Que es lo que permitió a los romanos pasar de una ciudad estado a dominar todo un territorio? Porque claramente el final de una estructura de ciudades-estado en Italia es que una de estas ciudades-estado fue capaz de asumir todo el territorio. ¿Cual fue la diferencia?

Uno podría decir que la diferencia fue que los romanos al expandir los derechos ciudadanos a los habitantes de las otras ciudades fue capaz de lograr lo que otras ciudades no lograron (al unificar los intereses). Pero no creo que ese sea el caso.

Vamos a comparar la situación con otra ciudad-estado que estuvo cerca de unificar un territorio lleno de ciudades-estado, pero que no pudo lograrlo al final. Venecia. Ahora, Venecia ciertamente no expandió su ciudadanía, y los derechos políticos siempre fueron más restringidos que en la roma republicana. Y, específicamente, el tema de ser descendiente de venecianos siempre fue crucial.

Ahora, uno podría decir, ‘ah, pero ve, otra ciudad que no expandió su base ciudadana y no pudo unificar el territorio’ Pero esto olvida que actores fueron los que impidieron ese desarrollo. No otras ciudades-estado sino estados territoriales mayores (básicamente, la intervención francesa -digamos la Liga de Cambrai). Si toda la oposición que hubiera tenido Venecia a su expansión hubiera sido de ciudades-estado (como lo fue la Romana, que se enfrenta a otro tipo de estados una vez bastante avanzado el proceso), entonces probablemente hubiera logrado la unificación.

Y esto me lleva al punto que creo es más crucial. Porque los venecianos -al igual que los romanos- pero en contraposición con lo que por ejemplo las polis griegas hacían cuando se expandían- permitían un alto grado de autonomía local. Durante mucho tiempo en Roma -por ejemplo- las ciudades aliadas no solo elegían sus propios magistrados sino que decidían su propia constitución. En ese sentido, la elite local mantenía en buena parte el control de los recursos locales (por cierto, no totalmente). Algo parecido se puede decir en el caso Veneciano -donde de hecho, no resulta tan raro que las clases populares tuvieran mejores derechos que en la misma Venecia.

Entonces para estos grupos locales la incorporación dentro del estado mayor (dentro de esta ciudad-estado que está unificando el territorio) implicaba, a cambio de una perdida pequeña en el control de recursos locales, la incorporación a un estado que manejaba una red de recursos mayor. En ese sentido, representa una ampliación de las oportunidades. No deja de ser interesante que en la Guerra de los Aliados (I siglo AdC), las ciudades que se rebelan contra Roma no se están rebelando contra un poder central atosigante, se están rebelando contra un poder central que no les entrega a ellos una parte sustancial de los recursos conseguidos a través de la expansión del Mediterráneo. No estaban reclamando por la perdida de su poder local, sino por la repartición injusta del botín. Y, en ese sentido, sigue nuestro argumento: El ‘contrato’ de incorporación implicaba el poder acceder a ese botín, era eso lo que hacía la perdida de autonomía total más que razonable.

Y por tanto, para concluir esta idea, las limitaciones de las ciudades-estado para expandirse y unificar territorios no tienen que ver con la expansión de la ciudadanía (que en el caso romano, difícil era de ejercer fuera de Roma), sino con una negociación de prerrogativas que, manteniendo en alto grado la autonomía local permitía el acceso a una red de recursos más amplia. En ese sentido, para la elite de una ciudad pequeña en Italia no resultaba tan mal negocio: Seguían siendo los señores de la ciudad, y los privilegios que acompañaban a lo anterior, pero ahora podían disfrutar de los recursos que la pertenencia al Estado Romano permitía.