Terremotos, saqueos y defensas. A proposito de una experiencia

Un breve momento de ‘reporteo sociologico’ si se quiere, dado que hace unos meses vivo en Quilicura y me toco el tema desde el punto de vista de piquetes de vecinos y ese tipo de cosa.

Iba llegando relativamente feliz a mi casa cuando veo un par de fogatas en la calle que, por supuesto dada mi inconciencia general, no tenia la más remota idea de lo que implicaba. Bueno, unos minutos más tarde, escucho gritos en la calle, salgo afuera y en fin la admonición general era a los varones a salir a defender porque ‘turbas de saqueadores’ iban en camino (y estaban cerca). En unos 10 minutos (creo) básicamente en todas las bocacalles -y al parecer fenómeno extendido en la comuna- se llenaron de fogatas y de vecinos armados, es un decir, con palos. Dado que algunas veces hay que cumplir con los deberes con los vecinos, y nunca está de más aplicar observación participante, uno de los vecinos armados con palos era yo.

Después de varias horas:

  1. Que no deja de ser impresionante el convencimiento general que unos cuantos pelagatos armados con palos y alimentando una hoguera son defensa suficiente con respecto a saqueadores. Digo que el convencimiento ha de haber sido general porque a los minutos todos los hijos adolescentes de la cuadra se paseaban por las hogueras, caminaban entre una y otra -que me imagino que los padres no hubieran permitido si pensaran que el peligro era real o inminente.
  2. En otras palabras, todo el asunto se basa en la idea que un grupo de saqueadores, casi por definición, rehuye cualquier posibilidad de conflicto, así que la mera presencia es suficiente.
  3. Aunque sabido no deja de ser relevante mencionarlo, que los rumores mandan. Que saquearon aquí, que saquearon acá, que hay refuerzos policiales, que avanzan por tal lado, que se dieron la vuelta por otro.
  4. Y que ante información contradictoria siempre la peor es la creída. Lo que tiene como consecuencia que los elementos de seguridad ciudadana municipales terminan siendo objeto de burla (más que nada porque intentan calmar diciendo que la situación no es tan terrible cuando la única opinión creíble entre los ‘piqueteros’ es que la ciudad está siendo quemada). En cambio llamados -que oí directamente- dichos por vehículos supuestamente de Investigaciones -de esa pertenencia, en todo caso, no estoy seguro, pero eso fue lo murmurado y creído- a estar armados y mantener las hogueras son inmediatamente creídos y validados.
  5. Que los llamados tradicionales siguen siendo validos pero por 10 minutos. El llamado inicial era a todos los hombres a salir (digamos, a cumplir con el deber que tradicionalmente legitima su dominación, que es el de defender el propio castillo). Pero por supuesto a los 10 minutos todo el mundo y los dos géneros cumplían funciones de vigilancia.
  6. Que no hay nada mejor que compartir prejuicios para mantener conversación entre gentes que no siempre se conocen. Así que entre ‘los de la población X son malos’ y de los males del narcotráfico se puede hablar mucho rato. Lo que no deja de ser relevante cuando la principal amenaza real es el aburrimiento.
  7. Que las hogueras son bien eficientes para limpiar todas las cosas que están acumuladas en los patios. En mi bocacalle se consumieron 2 sillones, un respaldo de una cama, varios neumáticos y una cantidad de maderos, tubos de PVC, acrílicos y cuanta cosa la gente quisiera deshacerse. Como las hogueras fueron tácitamente aceptadas por Carabineros, digamos que fue oportunidad para hacer una quema.

Y no mucho mas interesante porque, en fin, sigo cansado y las neuronas hacen pocas sinapsis.

(Originalmente enviado como un post a la lista de correo chilesoc)

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