Horizontalidad y Verticalismo. O el Problema del Líder

Partamos con la cita que genera la reflexión:

“Así en mi estudio donde analicé la clase media chilena, encontré que en la cultura política de ese país tiende a existir un predominio de las relaciones horizontales sobre las verticales al interior de esta clase social y ello se refleja en sus organizaciones políticas” (Larissa Adler Lomnitz, Lo formal y lo Informal en las Sociedades Contemporáneas, pág 116)

“Los líderes resultan indispensables, y ello plantea para Chile una situación más difícil de resolver que en México, donde la horizontalidad es funcional, complementa y sostiene las jerarquías verticales. En Chile, en cambio, la jerarquía o liderazgo sería un elemento contradictorio con el ideal de horizontalidad y el crecimiento de los partidos”(Ibid, pág 117)

Si bien el libro está publicado el 2008, los artículos que recopilan son anteriores, y lo más relevante es que para Adler Lomnitz estas son características que no son recientes: se aplican a la cultura del Partido Radical. Las dificultades y problemas con el liderazgo, las preferencias por formas horizontales no serían, entonces, cosas ‘descubiertas’ por los estudiantes en años recientes, sino elementos más constantes en la cultura política chilena.

Pero entonces nos encontramos con un problema: ¿Tiene sentido hablar de la cultura chilena como horizontal? ¿No somos una sociedad altamente clasista? ¿Y nuestro autoritarismo? El caso es que Adler Lomnitz se refiere específicamente a relaciones horizontales al interior de cada clase, no entre clases. En Chile las relaciones intra-clase serían de redes horizontales pero entre-clase verticales, mientras que en México -el caso con el que contrapone usualmente la autora- todas las relaciones serían verticales. Luego, los grupos políticos, al generarse en medios homogéneos socialmente, tendrían una relación más horizontal (más basada en la amistad, en la confianza) con sus propios líderes.

Lo anterior no solamente nos permite entender mejor el sentido de la frase, sino además entonces entender porqué ese tema -la relación entre líder y sus asociados, y la dificultad para constituirse como líder- se ha vuelto particularmente relevante en la actualidad. Si es cierto que las relaciones son horizontales intra-clase y no entre-clases, entonces el hecho que buena parte de los chilenos se piense de la misma clase media facilita la expansión de esa lógica. Más aún en los espacios educacionales -Universidad, Liceos- donde ello ha ocurrido, Adler Lomnitz enfatiza que esas redes horizontales surgen a partir de redes formadas enesos años, pero quizás más importante que son espacios (y en particular en las instituciones específicas donde se originan estas lógicas) asociadas a la clase media como tal, y por lo tanto portadoras de esa lógica horizontal.

En otras palabras, lo que se vería ahora sería una forma en que una lógica permanente se hace más visible, porque se dan las condiciones para ello (Que no deja de ser una buena forma de pensar, en general, sobre cambios culturales: El cambio consiste en que algo que existía anteriormente se expresa de una forma distinta. Por cierto que al expresarse experimenta algunos otras modificaciones; pero el caso es que los cambios a nivel cultural no son apariciones súbitas de cosas que antes no existían para nada).

El crecimiento y la Clase Media

Los datos de la entrada anterior sobre crecimiento en Chile (link aquí) pueden servir para complementar y reforzar una observación que había hecho anteriormente, muy anteriormente el año 2011 (link aquí), sobre la autoidentificación de Clase Media: Que el crecimiento del país había implicado un aumento del estándar de vida que se traducía en que alguien de deciles bajos de ingreso tuviera el mismo estándar que alguien de deciles bastante más altos de hace décadas pasadas. Y que la única forma de poder describirse a sí mismo es pensando que es clase media (porque vive como vivía antes la clase media, que es un parámetro de comparación).

Los datos de la entrada anterior refuerzan esa impresión. Los datos esenciales son los siguientes:

  • En 1980 el ingreso promedio (medido en dólares internacionales de 2005 en PPP) era de 5.639 y en 2012 era de 15.836
  • El ejercicio de distribución por deciles indicaba que en 2011 que el decil 8 tenía 15.734. O sea que el decil 8 tiene el ingreso promedio
  • Asumiendo que en 1980 tenía una distribución del ingreso no muy distinta que el 2012, uno podría pensar que lo anterior también ocurría en 1980. O sea que el decil 8 tenía el ingreso promedio de la época (5.639)
  • De acuerdo al mismo ejercicio, el decil 3 tiene un ingreso de 5.446 dólares el año 2011.

Estas estimaciones no son muy precisas, pero a grandes rasgos no debieran estar muy equivocadas. Y si están correctas, entonces en esos 30 años las personas que actualmente están en el decil 3 tienen el ingreso que en 1980 tenía el decil 8. Y es eso lo que impele al decil 3 -por muy vulnerable y frágil que sea- a pensarse como clase media. Más aún si consideramos el cambio tecnológico que ocurrió en el intertanto (y que hace posible más bienes disponibles a igual ingreso).

Por otro lado, es otra forma de plantear el cambio que implicó ese crecimiento decir que el C2 de hoy vive como vivía el D de cuanto tus padres tenían tu misma edad (asumiendo alrededor de 30 años como distancia entre padres e hijos).

Auto y hetero definición en la clase media (II)

Abundando más en el tema de la definición subjetiva de clase media.

¿Que significa ser de clase media? Subjetivamente, al menos, es probable que para poder definirse como una persona de clase media uno requiere pensar que hay personas que están ‘arriba’ o ‘abajo’ de uno. En una sociedad tan estratificada como la Chilena, donde pequeñas diferencias se pueden hacer notar, resulta relativamente fácil verse a uno mismo cumpliendo con esas condiciones.

Por otro lado, dado que esa facilidad se basaría en las múltiples gradaciones de la desigualdad, entonces resulta probable que las personas que uno declaro arriba (o sea, clase alta) o abajo (o sea, clase baja) de uno a su vez puedan hagan lo mismo: Ellas mismas vean personas arriba o abajo de ellas.

En otras palabras, la gradación múltiple permite que todos subjetivamente se sientan de clase media (i.e tienen arriba y abajo) al mismo tiempo que todos ellos son de clase alta o de clase baja para otros. El grupo que se define subjetivamente de clase media no necesariamente se sienten parte de un mismo grupo ni se reconocerían todos ellos como parte de un mismo segmento.

Auto y hetero definición en la clase media

El título es alambicado, pero a veces uno puede caer en esas tentaciones.

El tema, por el contrario, es más bien sencillo. Sabido es que la mayoría de la población se define a sí misma como de clase media. De eso entonces concluimos que la sociedad se piensa como de clase media. Pero en ese momento realizamos un paso en falso.

Porque del hecho que la mayoría de la población se piense de clase media no se sigue que las personas piensen que la mayoría es de clase media. La persona A se puede definir a sí misma como clase media, pero para la persona B, la persona A claramente no es clase media (puede ser pobre o rico, ‘flaite’ o ‘cuico’). Entonces es perfectamente posible que si bien casi todos se declaren de clase media, la opinión más común sea negarle a la mayoría de la población esa condición. Sólo que aquellos que se le niega esa condición son distintos en cada segmento. Por decirlo de alguna manera, todos somos los ‘flaites’ o los ‘cuicos’ de otras personas.

Lo que sí es cierto, más allá de la corrección de la anterior disquisición, es que para conocer la imagen que los chilenos tienen de la sociedad, se requiere más que la auto identificación social.

Una nota sobre la base de apoyo de las protestas estudiantiles

En algún post anterior sobre las movilizaciones dije que lo importante de ellas no era que los estudiantes se movilizaran (en última instancia, los estudiantes de universidades públicas siempre lo hacen), sino el hecho de su convocación exitosa de otros actores -en lo fundamental, de adultos que o son familiares directos de estudiantes o lo son de futuros estudiantes.

Lo cual me lleva entonces a lo siguiente: ¿qué grupos son los que están protestando? En particular, en relación a las movilizaciones de estudiantes de educación superior. Es relativamente claro (creo) que esas protestas son fundamentalmente de grupos medios. La expansión de la educación superior ha sido bastante amplia, pero también es claro que los principales beneficiados en general han sido grupos medios. No los que ya tenían relativo acceso (digamos parte del C2 para usar la segmentación del marketing), pero si en grupos medios-bajos (C3). Es allí donde la dinámica de tensiones que produce el pago y el endeudamiento es más crítica. Ellos son los grupos, también, uno puede plantear que son los que usaron las herramientas como el crédito con aval del Estado, que es la forma más cara de crédito para educación superior.

En otras palabras, las clases medias emergentes que les decían. Los grupos donde se vive la primera generación en educación superior, que han experimentado en general un aumento en su estándar de vida, y que están claramente involucrados en el proyecto educacional como un proyecto familiar.

Ahora, si lo anterior es correcto, entonces esos grupos son los mismos que hicieron ganar a Piñera. El estudio de Aninat y Elaqua mostraba que la clase media aspiracional había sido clave en el triunfo de Piñera. ¿Y que los caracterizaba? En el resumen del texto:

 Los datos muestran que las comunas de clase media aspiracional se caracterizan por tener (1) alta cobertura de educación superior, (2) alta matrícula particular subvencionada y (3) alta participación laboral femenina

O sea, el tema educacional en ellos era central. Por lo tanto, la base de apoyo de las protestas estudiantiles había sido una importante base de apoyo de la elección de Piñera.

(*) Esto también explica una de las cosas que entre medio sorprendió a algunos: La coexistencia de altos niveles de satisfacción (como lo mostraba la encuesta CEP) con este ambiente de movilización. Estos grupos, uno puede plantear, tienen bases para satisfacción: una historia de ascenso y mejoramiento de su estándar de vida, relaciones familiares en general buenas etc. Lo cual no quita que, al mismo tiempo, tengan preocupación por este tema. Por decirlo de alguna forma, la situación en educación representa una amenaza a la historia que les permite estar satisfechos.

Una definición funcional y subjetiva de clase media

A propósito de que estaba leyendo una entrevista a un taxista (sobre el tema de previsión social, en el que trabajo) y hacía su declaración que ‘uno se la juega para que no sea así’ (que sus hijos sean taxistas). De ello se sigue una definición de clase media, a saber:

Es de clase media una persona que si su hijo repitiera su experiencia (trabajara en lo mismo) estaría de lo más feliz. En otras palabras, que no se la juega para que sus hijos eviten su propia vida.

Definiendo la clase media

En varias partes he leído que un criterio relativamente útil para definir a la nebulosa clase media es sencillamente usando un criterio centrado en la mediana: Un grupo que tiene un ingreso definido como un porcentaje de la mediana (digamos entre el 75% y el 125% de la mediana de ingresos, que como lo mencionan Barozet y Espinoza es el criterio internacional). Parece una forma clara de referirse a lo que debiera indicar el término clase media: Aquellos que están en la mitad de la segmentación sociodemográfica.

Lamentablemente no tiene mucho sentido. La clase media no se define por que esta en la mitad, sino porque esta entre medio: Porque tiene sectores ‘arriba’ y ‘abajo’. En otras palabras, es un concepto puramente relacional. Lo importante de la clase media es que, finalmente, no pertenece a la elite ni tampoco a los pobres (o a los sectores populares a los trabajadores o a cualquier forma en que una sociedad defina a sus sectores bajos). Esa pertenencia es algo que ocurre realmente en los procesos sociales, y algo reconocido en la sociedad. Es un lugar concreto y reconocido en la estructura social, no un simple lugar en una escala estadística. Tiene que ver con quienes se reconocen como iguales, como pares; y quienes no se reconocen como tales.

¿Por qué es importante lo anterior? Porque nos recuerda que los ‘de abajo’ en diversas sociedades han sido la gran mayoría de la población. En una sociedad organizada por aristócratas / burgueses / campesinos, los campesinos son más de la mitad de la población y eso no quita que la ‘clase media’ son los burgueses (aun cuando por un criterio de ingresos claramente estuvieron muy por sobre la mediana). Lo importante era que claramente los burgueses no eran campesinos (no tenían el mismo estándar de vida, ni las mismas expectativas y en toda interacción entre ellos estaría claro quién era superior y quién inferior), ni tampoco parte de la elite (por las mismas razones).

Definir la clase media de acuerdo a la mediana nos parece relativamente razonable ahora, pero eso se debe a características concretas de nuestras sociedades (la dificultad de delimitar segmentos en sociedades formalmente basadas en igualdad de derechos, en que los niveles de ingreso son continuos y sin saltos etc.) Pero como afirmación general nos hace olvidar el fenómeno del cual estamos hablando.