Algunas notas sobre los ingresos de los trabajadores por cuenta propia en Chile, CASEN 2013

Algo largo el título. El tema de los ingresos de los cuenta propia ha tenido alguna presencia en este blog por un tiempo. En los tiempos previos a la CASEN 2013 un dato recurrente era que -a igual nivel educacional- los cuenta propia tenían mayores ingresos que los asalariados. En la CASEN 2013, debido al cambio en metodología, ese resultado cambió, y pasaban a tener una fuerte desventaja

Ahora bien, una cosa era dejar esto en el tema de ‘ve que importa la metodología de medición’. Sin embargo, estimando que la cosa no podía quedar en ello, y dado que era parte del trabajo para la tesis, me dediqué a explorar en mayor profundidad el tema. O sea tomar en cuenta que (a) sí, los independientes pueden tener sesgos a la baja al estimar ingresos, (b) hay un tema con la cantidad de horas de trabajo, (c) algo habíamos dicho sobre la dispersión de los ingresos (que es mayor entre los cuenta propia). Lo que, finalmente, termina por dar que si se toma todo lo que hay que tomar en consideración, el ingreso de los cuenta propia no es inferior, controlando por educación, al de los asalariados (en particular, de los privados); y que, por otro lado, tiene un piso inferior y un techo superior lo que lo convierte en una alternativa de mayor riesgo: Buscado quizás por quienes se sienten mejor que el promedio (ilusión que no deja de ser común), rechazado por quienes no se sienten seguros de ello.

En cualquier caso, lo que muestra es algo que me interesa defender en la tesis: Que la simple distinción entre cuenta propia precarios (de menor productividad, ingresos, educación) y cuenta propia por elección (de mayor productividad, ingresos y educación) no resulta suficiente. En todos los niveles de calificación se da la misma dinámica (promedios no muy lejanos, pero mayor dispersión) y eso cruza entre esos dos polos. Claro está que los cuenta propia de menor calificación tienen menores ingresos que los de alta calificación, pero ello no es algo específico de ellos, es común a los asalariados también; y centrarse en ello no nos permite observar situaciones que son comunes a ese estado cruzando esos distintos niveles.

En todo caso, volviendo al tema metodológico inicial. Si pensamos que distintas decisiones metodológicas producen resultados distintos, pero si en tanto cada una de ellas da cuenta de parte de la realidad, entonces cuando los resultados divergen en vez de simplemente optar por uno o por otro hay que indagar en mayor profundidad. Y al hacerlo salen más cosas (por ejemplo,  el dato que no había tomado antes en consideración pero que en sí mismo es muy importante que hay una buena cantidad de trabajadores por cuenta propia con un número muy bajo de horas de trabajo); que permiten finalmente tener una mejor idea de lo que sucede.

En todo caso, sin mayor preámbulo, el link al paper.

El Ingreso de Independientes y Asalariados en la CASEN 2013. O de la importancia de cambiar de Mediciones

Cada vez que salen los datos de la CASEN hemos repetido en este blog el mismo ejercicio: Comparar el ingreso de trabajadores independientes y asalariados, controlando por nivel educacional. En todas las ocasiones hasta ahora había dado el mismo resultado: los cuenta propia (o sea sin empleadores) obtenían mayores ingresos que los asalariados (reuniendo asalariados sector público y privado, y excluyendo trabajadores domésticos y FF.AA). La diferencia además era relativamente relevante (alrededor del 50%).

Luego la idea era realizar la comparación de nuevo con la CASEN 2013. Sin embargo en esta ocasión había una diferencia de interés: La CASEN 2013 al revés que en ocasiones anteriores no realizó una corrección por cuentas nacionales; y los trabajadores independientes era uno de los grupos que más se veía afectado por esa corrección. La CASEN 2013 se basa en las respuestas de las personas a las preguntas de ingresos sin mayor corrección.

Esa diferencia en los métodos produce, entonces, una diferencia radical en los resultados. Veamos:

Ingresos Promedio Ocupación Principal por Categoría Ocupacional y Nivel Educacional

Independientes Asalariados Diferencia % Diferencia % CASEN 2011
Sin Educación Formal 142.206 212.223 -33% 1%
Básica incompleta 171.215 228.275 -25% 32%
Básica Completa 205.951 249.033 -17% 44%
Media Humanista incompleta 216.205 263.060 -18% 59%
Media T-P incompleta 200.520 316.515 -37% 30%
Media Humanista Completa 268.758 317.515 -15% 81%
Media T-P Completa 274.388 332.852 -18% 46%
Superior incompleta 355.817 409.832 -13% 103%
Superior Completa 742.002 808.807 -8% 55%

El año 2013 las diferencias son todas a favor de los asalariados, mientras que el 2011 eran siempre a favor de los cuenta propia (como siempre habíamos dado las diferencias en positivo, cuando beneficiaban a cuenta propia, en el cuadro presentamos las diferencias CASEN 2013 en negativo, al ser inversas).

De hecho, los ingresos de la ocupación principal disminuyen para trabajadores por cuenta propia entre CASEN 2011 y 2013 (a partir de media completa de manera bastante fuerte, los ingresos nominales disminuyen alrededor de un 50% en varios casos).

Lo que nos indican los datos es que claramente no se puede comparar directamente los resultados de la CASEN 2013 en ingresos con CASEN anteriores -dado que ha cambiado la metodología. Dado que la metodología de la CASEN 2013 implicó dejar de hacer ajustes anteriores, en principio se podrían hacer comparables de nuevo si se usan los datos brutos de CASEN anteriores (y si mal no me equivoco, las bases están disponibles).

La pregunta que cabe hacerse, es ¿qué dato representa mejor la realidad? Hay algunas consideraciones que se pueden plantear en torno a que realizar ajustes tiene sentido, en particular para trabajadores por cuenta propia: Primero, que son ingresos más difíciles de estimar (al ser inherentemente variables), y una estrategia de respuesta puede ser dar el una estimación mínima (‘menos que eso no gano’). Segundo, hay algunos estudios -pero realizados para EE.UU- que indican que las personas pueden responder a las encuestas de ingresos como si fueran formularios de impuestos y reducir el ingreso reportado, operación que es más sencilla para los asalariados (ver Are Household Surveys Like Tax Forms? Evidence from Income Underreporting of the Self-Employed, Hurst, Li y Pugsley, The Review of Economics and Statistics, 2014, 96: 19-33, y originalmente era un paper del NBER publicado el 2010). Por otro lado, la decisión de no realizar ajustes dice relación con que normalmente no se hacen en otros países, y por lo tanto por comparabilidad tiene sentido no hacerlo. Es necesario decir que, dado que había hecho el ejercicio varias veces estoy algo comprometido con la idea que era más adecuado realizar ajustes, así que la opinión puede no ser completamente imparcial -pero creo que la corrección tenía sentido.

En cualquier caso, nos encontramos con lo que debiera ser conocido: los resultados no son independientes de los métodos. Un resultado que era estable en la CASEN, al menos había ocurrido en todas las que había revisado, al cambiar la forma de medir ingresos se revierte.

¿Consejo? Lea, aunque le parezcan aburridas, las secciones metodológicas de los textos que le interesan, porque los resultados dependen de ellos.

Ingresos Asalariados e Independientes, CASEN 2011

Un ejercicio que hemos realizado en varias ocasiones es el de comparar los ingresos entre trabajadores independientes y asalariados por nivel educacional usando los datos de la CASEN.

El ejercicio siempre da el mismo resultado: A igual nivel educacional, los independientes (sin contar empleadores) tienen mayores ingresos que los asalariados (sin contar trabajadoras domésticas o FF.AA). El ejercicio es sólo para mostrar que tratar a los independientes como un grupo precario, o incluso hacer una diferencia y tratar sólo a los independientes no-profesionales como un grupo precario (de baja productividad como lo suele hacer CEPAL o la OIT) es insuficiente. No cuenta toda la historia.

De hecho, uno lo puede graficar de la siguiente forma. Una persona con básica incompleta puede pasar a ser independiente o podría elegir continuar estudiando y ser asalariado. Sólo si esta persona llegara a tener algunos años de educación superior, la elección de ser independiente produciría ingresos más bajos (y eso sin contar el costo de oportunidad de estudiar).

Lo cual al final no quiere decir más que cuando uno realiza análisis, debe realizarlos de forma completa. Y que al comparar ingresos entre grupos, uno debiera tener en cuenta el tema educacional -el cual sabemos tiene alguna importancia en estos temas.

Categoría Ocupacional Independientes Asalariados Diferencia % Diferencia
Sin Educación Formal 201.572 200.002 1.569 1%
Básica incompleta 275.664 208.849 66.815 32%
Básica Completa 318.004 220.855 97.149 44%
Media Humanista incompleta 395.772 248.774 147.027 59%
Media T-P incompleta 365.676 283.851 83.825 30%
Media Humanista Completa 515.655 284.395 231.260 81%
Media T-P Completa 436.468 299.962 136.505 46%
Superior incompleta 772.068 380.447 391.623 103%
Superior Completa 1.266.014 814.859 451.155 55%

Ya habíamos dicho que el ejercicio lo habíamos realizado en otras ocasiones (para la CASEN 2009 aquí, y una comparación de la evolución entre el 2000 y el 2009 aquí), y por lo tanto una pregunta natural es ¿cuanto cambió la diferencia? En general, se mantuvo en líneas generales con dos excepciones. Prácticamente desapareción en el grupo sin educación, pero aquí siempre se han dado grandes variaciones. Y cambio de manera importante en el grupo superior: La diferencia se volvió más relevante en superior incompleta (por un aumento del ingreso de los independientes) y disminuyó en superior completa (por un aumento del ingreso asalariado).

Ahora, este tipo de variaciones puede o no ser relevante (depende de si se transforma o no en tendencia). Lo que sí es relevante, porque se ha mantenido como resultado a lo largo del tiempo es que a igual nivel educacional, los independientes tienen mayores ingresos que los asalariados.