La evolución del empleo en Chile 2010-2015. A propósito de discusiones recientes

En las últimas semanas, a propósito del aumento de las cifras de ‘quienes no quieren trabajar’ se ha suscitado toda una polémica, la que ha partido por dudar de los datos del INE.  Como el tema, finalmente, dice relación con la cifra de cesantía (como podría ser baja cuando la situación del mercado laboral no sería buena), y de la falta de manejo de la distinción cesante e inactivo, no estaría de más entonces buscar una cifra que no dependa de dicha distinción. Ahora bien, esa cifra existe -y de hecho el INE la publica: Es la tasa de ocupación, que es la simple relación entre la población en edad de trabajar (15 años o más) y los ocupados. Cualquier problema que existiera en relación con como el INE mide cesantía e inactividad no se vería afectado por lo anterior.

Si se usan los datos de la Nueva Encuesta Nacional de Empleo desde el 2010 en adelante se encuentran los siguientes resultados:

tasa_ocupacion

Como se puede observar, durante el 2010 se observa un importante aumento (del 52,5 a cerca del 55-56), y luego a partir del 2011 se mantiene -a grandes líneas en el rango de 55-57 puntos. Se aprecian efectos estacionales estables. El 2014 se observa una caída (ene-mar 2014 es 3 décimas superior a ene-mar 2015) , pero de hecho a principios del 2014 se habían alcanzado valores relativamente mayores (ene-mar 2015, por ejemplo, tiene el mismo valor del 2012 y el 2013).

En otras palabras, después de un aumento importante la economía chilena se ha mantenido ocupado la misma tasa de la población en los últimos 3 o 4 años. Como la población en cuestión ha aumentado, esto implica un aumento en general de ocupados (por ejemplo, ene-mar 2013 tenía 7,73 millones de ocupados y ene-mar 2015 tiene 7,97 millones de ocupados. (En el largo plazo un indicador laboral que compara con la población mayor de 15 años debiera tener una tendencia a la baja, por envejecimiento de la población -pero ese efecto debiera ser menor dado que analizamos sólo 5 años).

La impresión de estabilidad que da la tasa de cesantía puede ser engañosa por temas de medición, pero al menos es comparable a la impresión que da el examen de la ocupación. Por cierto, estabilidad no quiere decir buena situación, pero el objetivo de esta entrada era entregar antecedentes sobre la situación, no evaluar

NOTA. Con relación a la discusión sobre ‘quienes no quieren trabajar’ -cifras y situación que parecen tan anómalas. Mi primera impresión fue que podía existir una confusión con los desalentados (quienes dejan de buscar trabajo luego de no encontrar), pero efectivamente las cifras del INE las distinguen, así que esa impresión mía estaba equivocada. Sobre este grupo, el boletín del INE nos dice: “Según razones de no búsqueda o no disponibilidad, la primera incidencia sobre el aumento de los Inactivos, y por cuarta vez consecutiva, fueron los Inactivos Sin Deseos de Trabajar, explicada mayormente por mujeres jóvenes” (Boletín Empleo Trimestral 199, INE, p 2, disponible aquí). Y en ese grupo, que en parte importante todavía puede descansar en el resto de su familia como fuente de sustentación, la situación puede ser menos anómala. Al menos en general en las sociedades latinoamericanas se ha discutido sobre los NINI (ni trabajan ni estudian) así que esa anomalía sería una común a la región, y representaría una tendencia real, y no un ‘engaño’ del INE (y por cierto, bien podría representar un problema -al menos así lo ven quienes discuten de NINI).

 

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