La trampa del develamiento. La caída de Bourdieu en el escolasticismo

J’en vois des effets d’une naïveté criante tous les jours, c’est même étonnant. Quand on voit les débats intellectuels, on est frappé du degré auquel les intellectuels sont inconscients du degré auquel ils sont manipulés par ce principe: une part énorme de ce que les gens disent en littérature, en art, en philosophie a pour principe l’intérêt à être littéraire, artiste ou philosophe quand on est professeur de littérature, dárt ou de philosophie (Bourdieu, Sociologie générale, Volumen I, Clase del 2 de junio de 1982, p. 140). Como la cita anterior hay muchas en Bourdieu: La idea que existe una … Siga leyendo

Autonomía, independencia y soberanía

En algunas discusiones que he tenido estos últimos meses creo que distinguir con claridad entre autonomía e independencia como conceptos. Muchas veces se los usa de manera indistinta, pero en realidad hay dos dinámicas que conviene distinguir. No siempre se logra una cuando se tiene la otra. Además diré (pero esto es, en sí, algo separado del hecho de distinguirlos) es que mientras la autonomía es algo deseable, la independencia es un mal ideal. Para defender las afirmaciones anteriores corresponde mostrar la distinción. Con autonomía nos referimos al hecho que el actor es el que decide como reaccionar al entorno … Siga leyendo

La sentimentalidad y la dureza. Del camino a la crueldad.

Una forma retórica que es algo común cuando se desea presentarse como alguien realista que se ha librado de las ilusiones es plantear que la diferencia con quienes miran la realidad de forma sentimental. Una comparación entre una mirada dura y resuelta sobre la realidad y de quienes, finalmente, prefieren un sentimentalismo vacío que se esconde de la realidad. Hay miles de ejemplos, y bastaría con indicar que es una retórica común entre los defensores de la Realpolitik; ya el hecho que se nombre como ‘realismo’ a la escuela que quiere hablar de ciertos ámbitos sin referencia a asuntos morales … Siga leyendo

La amistad en la Ética a Nicómaco

Una de las características más llamativas de la Ética a Nicómaco, la principal obra sobre el tema de Aristóteles, es el importante espacio que le otorga al tema de la amistad. Dos de los diez libros que la componen (el 8 y el 9) se dedican al particular. Es llamativo porque siendo una de las principales relaciones humanas, una que en general es vista de manera positiva, en varias discusiones sobre ética, sobre el buen actuar, la amistad brilla por su ausencia. La mera presencia en Aristóteles ya es una marca del interés que podemos tener por su pensamiento. Al … Siga leyendo

15 años de Meditaciones Sociológicas

El 13 de octubre del 2005 (en esos tiempos usando blogger) publiqué la primera entrada de este blog. Entre medio se acumularon 708 entradas, 320 mil visitas (al menos desde que tengo contador, que es del 2007). El mero paso del tiempo de ir publicando las ideas que a uno se le ocurren acumula una cantidad importante de ideas (y así con todos al fin, la diferencia con quien tiene un blog es simplemente que la escritura permite acumular esas ideas). Al revisar, a veces ese ejercicio retrospectivo tiene sentido, el material, me percaté que -desperdigadas a lo largo de … Siga leyendo

¿Por qué crear? Paraíso XXIX

Non per aver a sé di bene acquisto,

ch’esser non pò, ma perché suo splendore

potesse, risplendendo, dir “Subsisto”

in sua eternità di tempo fore,

fuor d’ogne altro comprender, come i piacque,

s’aperse in novi amor l’eterno amore (vv 13-8)

En el Paraíso, Dante responde a la pregunta de por qué Dios crea el mundo. Lo cual ha representado un problema de larga data, puesto que en principio un Dios perfecto, no faltándole nada, no tendría razón para hacer algo (para cambiar el mundo que ya está en plenitud). No sé si la respuesta de Dante dice mucho sobre Dios, sé que dice mucho sobre nosotros.

La creación del mundo aparece como problemática porque usualmente enmarcamos el análisis de la acción desde la falta: Actuamos porque percibimos una falta y la acción corrige una falta. De ahí se deriva que un ser perfecto y pleno no actúa.

Dante ensaya entonces su respuesta para intentar explicar la paradoja de un ser pleno que actúa, que realiza la más magna de todas las acciones: crear el mundo. ¿Por qué crea Dios el mundo? Para que existan otros que puedan experimentar el ser y el amor -que son, ambas, cosas plenas. No es que le falte algo (como por ejemplo, seres que lo adoren, que ha sido una respuesta dada al fin), sino como emanación y expresión de lo que es un ser pleno (un ser que se define por amor al fin).

Salgamos de la teología, asunto sobre el cual no cabe saber alguno, y pasemos a lo que implica para la humana vida. Lo que nos presenta Dante es una comprensión de la acción, de la plenitud de la acción, que se sale (o al menos, intenta salir) de la idea de la acción como solución a una falta. Lo que nos presenta es una concepción de la acción como simple expresión del ser -que al ser lo que se es, se actúa, porque ello es ser. Y que un actor pleno actúa porque esa plenitud consiste en actuar.

¿Y no es ello, al fin, cierto? Recuerde el lector un momento de plena felicidad. ¿No es en momentos como esos que aparece la intención de cantar, bailar u otra (la que sea que al lector le surge en esos momentos?) Y esas acciones no son producto de una falta que se intenta resolver con dicha acción, son simple expresión -son parte intrínseca- del estado de felicidad, de plenitud.

La plenitud es un hacer, una forma de habitar el mundo.

NOTA. Los enmarcamientos son cosas globales. Alguien que estuviera decidido a pensar la acción como falta podría hacerlo de todas formas (‘ah, es que le faltaba la expresión, sin bailar o sin crear, estaría `imperfecto’, luego había una falta que resolver’). Lo mismo pasa con la idea de acción racional, que llevada a su extremo puede convertir a cualquier acción posible en una muestra de racionalidad; y así con otros ejemplos. El argumento es más sencillo: Es que pensar esto desde el paradigma de la falta no es la forma más natural de acercarse a estas situaciones, y que lleva a pasar por alto lo que nos interesaba remarcar: el carácter activo de la felicidad.

La aparición del Canto. Purgatorio II.

In exitu Israël de Aegypto

cantavan tutti insieme ad una voce

con quanto di quel salmo è poscia scripto (Purgatorio, Canto II, vv 46-8)

Casi al inicio del Purgatorio, cuando llegan las almas transportadas a la playa del monte del Purgatorio, ellas cantan. Y eso es un cambio radical en relación con lo que sucede en el Infierno.

En el Infierno, claro, se grita, se reclama; se puede hablar (y el Cántico está lleno de conversaciones entre las almas sufrientes y Dante). Lo que no sucede es lo que aparece de súbito al inicio del Purgatorio y nos muestra con claridad que estamos en otro lugar (aun cuando en el Purgatorio también esté lleno de castigo).

El Purgatorio se abre con una experiencia colectiva de alegría. Las almas cantan y se encuentran. Y esas dos cosas, la aparición de la alegría y la aparición de una experiencia colectiva, marcan el fin del infierno.

Las veces que he leído la Comedia siempre me genera la misma impresión. El Infierno, por diseño, es invivible -un lugar de dolor sin término. El Paraíso también termina siendo, al final, invivible, un lugar donde no hay nada que hacer aparte de la contemplación al divino bien no es adecuado para seres humanos (para los finitos seres humanos). El Purgatorio, a pesar del dolor que hay en él, actividad dirigida a un fin, actividad que se realiza con otros en fraterna cooperación, es -en realidad- el mejor lugar de los tres que establece la Comedia para una humana existencia

¿El desprecio al infierno? La Aparición de Farinata, Infierno. X

El terceto es famoso, o al menos es de los que genera una impresión importante:

Io avea già il mio viso nel suo fitto;

ed el s’ergea col petto e con la fronte

com’ avesse l’inferno a gran dispitto (Infierno, Canto X, vv. 33-5)

Farinata degli Uberti, que está en el sexto círculo, con los heréticos (por negar la inmortalidad del alma), había sido un líder político florentino en vida (del partido opuesto al de Dante), por el cual Dante ya había preguntado, se muestra ante los visitantes. Y su primera, y habrá que reconocerlo, inolvidable impresión es la de un sujeto orgulloso que en el mismo infierno mira a éste mismo con desdén y desprecio.

Los comentaristas de mi edición (Giovanni Fallani y Silvio Zennaro, Newton Compton editori) mencionan que teológicamente la idea que un condenado se alce con desdén frente al infierno, donde está castigado, no tiene mucho sentido. Eso sería lo que retrata a Farinata, que incluso en el infierno, castigado por su incredulidad en vida, aparece manteniendo esa actitud.

Y sin embargo, queda la impresión: de alguien de una nobleza tal que incluso en el infierno no la pierda, que sigue dispuesto a mirar con desdén el mal infernal. Aunque sea alguien cuya evaluación es negativa (al fin, es en el infierno donde se lo ha ubicado), pero quien de todas formas no puede aparecer como pura negatividad.

Farinata (Francesca en el Canto V es similar, y no por nada son personajes que quedan en la memoria) siguen como condenados apegados a lo que los condenó y ello se muestra en el lenguaje que se usa en cada caso: A la lujuria amorosa en Francesca (y el dulce lenguaje del canto V) a la soberbia de la negación de Dios (y el lenguaje más bien orgulloso de este canto) en Farinata. Ello asegura, si se quiere, la justicia del castigo (incluso castigados se mantienen en él) y, al mismo tiempo, los engrandece como personajes.

Casi siempre con razón, casi siempre mal leído. Las Reglas del Método de Durkheim

En Cinta de Moebio (68) se publicó mi artículo con reflexiones, y defensa, de Las Reglas de Durkheim. Pongamos pues el resumen: La aproximación que Durkheim esboza en Las Reglas es en la actualidad más bien criticada: sería una visión conservadora, que olvida la importancia de los agentes y una sociología de lo social que solo observa el orden establecido. Sin embargo, una lectura atenta de Las Reglas muestra que sus afirmaciones básicas -qué es un hecho social, que debe ser visto como una cosa, y que debe buscarse su explicación a través de otros hechos sociales- son correctas y … Siga leyendo

Proyectos Intelectuales (VIII) Tratado sobre la construcción de los procesos sociales elementales

De los proyectos sociológicos este es, diría, el de mayor envergadura. En todo caso, es en cierta medida paralelo al del Curso de Sociología Fundamental: Es la misma idea que una tarea teórica central de la sociología es dar cuenta de las dinámicas y de los procesos de múltiples entidades que tienen que darse como dadas para que funcione cualquier explicación del mundo social. Sea lo que sea que queramos describir o explicar, usaremos una serie de procesos para ello. Ahora bien, hay que dar cuenta de esos procesos. Si decimos que las identidades sociales son relevantes para explicar X, … Siga leyendo